Trescientos sesenta y nueve accionistas del Real Murcia volvieron en la mañana de ayer al Hotel Nelva para participar en la primera junta de accionistas del consejo de administración de Chema Almela. Todo iba en contra de la asistencia. Las tres horas de espera en la primera convocatoria celebrada el sábado y la coincidencia con el partido de los granas en Huelva hacían presagiar que las sillas vacías aumentasen. Sin embargo, casi cuatrocientos socios no quisieron perder la oportunidad de participar en una cita en la que estuvieron representados 1.340 accionistas y en la que el consejo de administración presidido por José María Almela consiguió salir reforzado. Era el primer plebiscito para un órgano de control confeccionado el 4 de noviembre por cooptación y que no tenía confirmación oficial. Pues ayer, el 100% de los presentes dio su apoyo al trabajo realizado en estos últimos cien días por Almela, Gabriel Torregrosa, Francisco Tornel, Francisco Cobacho e Higinio Pérez. Este último, como ya se sabía, dimitió pese al respaldo de los presentes. Se va el abogado murciano, que ejercía de secretario, y aterrizan en el consejo cuatro caras nuevas, en un gesto, como explicaba Emilio García, integrante de la PARMU, al «tejido empresarial». Los fichajes son el economista Francisco Miró; Francisco Moreno García, licenciado en Derecho y diplomado en Asesoría Jurídica de Empresas y en Derecho Urbanístico, que ha desempeñado varios cargos en el Gobierno regional; Álvaro Ruiz, del Grupo Comercial Industrial García, que controla un 4% del capital; y José Manuel Cano. Con ellos cuatro, el consejo de administración grana pasa a contar con ocho sillas.

Aunque uno de los accionistas presentes se quejó de que no se les ofreciese información de los candidatos propuestos antes de la votación, finalmente el 94,8% dio el visto bueno a los 'fichajes' del consejo.

Tres veces tuvieron que votar los presentes, y en tres ocasiones, los responsables murcianistas contaron con el respaldo de prácticamente el 100%. Fue una junta de lo más plácida, que solo perdió un poco de seriedad ante la decisión del consejo de que se pudiera ver a través de un plasma el partido que en ese momento estaba disputando el Real Murcia en Huelva. Uno de los accionistas se quejó, afirmando que no parecía serio estar en una junta y comentando un partido, aunque el presidente Almela decidió que las imágenes se siguiesen emitiendo.

Aprovechó la PARMU la cita para hacer balance de sus 100 días de gestión. Uno de los momentos más interesantes se produjo con la intervención de Emilio García, integrante de la comisión económica que trabaja en Nueva Condomina. Apoyándose en unas diapositivas, fue explicando los movimientos económicos que se han llevado en estos tres meses y cuál es la idea con vistas a la próxima temporada. Según García, desde el 4 de noviembre hasta ahora los gastos pagados ascienden a 1,6 millones de euros. Entre esas partidas destacan las cuatro mensualidades abonadas a la primera plantilla -400.000 euros- y los 650.000 euros que han ido a parar a las arcas de las administraciones públicas -gastos corrientes y tercer trimestre del IVA-. Los 1,3 millones de euros conseguidos en la ampliación de capital han ayudado a hacer frente a esos pagos, sin embargo hasta mayo, el consejo tendrá que conseguir otros 500.000 euros para poder cerrar la temporada con cero pérdidas.

El consejo de administración, además, se permite mirar a largo plazo, por ello avanzó a los accionistas cuáles serán los planes para la temporada 2019-2020, donde el derroche vivido durante la etapa de Raúl Moro y Víctor Gálvez se ha acabado. Según Emilio García, la intención es reducir el presupuesto hasta el 1,04 millones de euros, de los que 840.000 euros irán para la confección de la plantilla. En el capítulo de ingresos, la previsión es obtener 1,2 millones, de los que 600.000 euros saldrían de la campaña de abonados, 200.000 de taquillas y 400.000 de publicidad. «Todos somos conscientes de lo importante que es la estabilidad económica», indicaba el integrante de la comisión económica de la PARMU.

Previamente José María Almela había destacado que en este mercado invernal «no se ha despedido a ningún jugador ni trabajador. Todo se ha hecho a través de acuerdos, porque echarlos por las bravas significa pagarles igualmente». El presidente del Real Murcia también habló de la necesidad de firmar el convenio de uso de Nueva Condomina, que permitiría ahorrar al club unos 500.000 euros por año.

A la espera de la convocatoria de la obligatoria junta ordinaria en la que se tienen que presentar y aprobar las cuentas del ejercicio anterior, la PARMU salió ayer reforzada del primer encuentro con los accionistas. En la sala se dieron cita 369 socios granas, alcanzándose los 578.000 euros del capital social. Como ocurriera el sábado, donde fue imposible llevar a cabo el acto al no haber quorum, ayer tampoco compareció nadie en nombre de Corporación Augusta, empresa de Raúl Moro que tiene el 10% de las acciones del Real Murcia. El extremeño prefirió mantenerse al margen y no ejercer su derecho a voto, evitando lo que se podría haber convertido en un problema para el actual órgano de control de los murcianistas.