La primera junta de accionistas del consejo de administración presidido por José María Almela pasará a la historia como habían previsto en el club grana. Pero no por la numerosa respuesta del accionariado, tal y como han repetido desde la PARMU en las últimas semanas, sino porque por primera vez desde que el Real Murcia es Sociedad Anónima Deportiva la cita se deberá celebrar en segunda convocatoria al no superarse el 50% del capital social. Después de una mañana de falta de información, de dudas y de un comienzo que se retrasó casi dos horas, Almela tuvo que informar a los presentes de que la junta tendría lugar hoy a partir de las doce de la mañana, justo a la misma hora en la que el Real Murcia juega en Huelva. En segunda convocatoria, ya se podrán someter a votación los diferentes puntos del orden del día independientemente del capital social que se encuentre en la sala.

El Real Murcia, después de la última ampliación, cuenta con 26.000 accionistas. El actual capital social del club grana es de 1,5 millones de euros. Para que ayer se celebrase la cita extraordinaria fijada por la entidad, se debía superar los 750.000 euros. Sin embargo, en la sala solo se llegó a los 569.768 euros, de los cuales 200.000 corresponden a Francisco Tornel. Ese 38% obligó a convocar a los accionistas a una segunda convocatoria. La gran ausente ayer fue Corporación Augusta. Pese a lo dicho, nadie acudió en nombre de Raúl Moro, aunque la presencia del extremeño tampoco habría cambiado nada, ya que su diez por ciento no daría para llegar al 51% exigido.

Fue el final de una jornada en la que más de quinientos accionistas quisieron sentirse propietarios del Real Murcia. Con un grupo llegado del extranjero y con muchos representados por los presentes, el murcianismo se sentía en los pasillos del Hotel Nelva. Desde primera hora de la mañana, los dueños del club centenario se hacían cola para recoger la acreditación que le permitiera entrar en la sala donde se iba a celebrar una junta que finalmente fue una 'no' junta. Tras mostrar su DNI a los voluntarios, recibían un documento con el que podrán votar hoy los distintos puntos del orden del día.

Mientras los accionistas se mostraban pacientes esperando su turno, los corrillos mostraban el nerviosismo entre los integrantes de la PARMU, que se preguntaban si finalmente se conseguiría el quorum necesario. Higinio Pérez, que hoy dejará el consejo de administración, hablaba con Chema Almela; Francisco Tornel se incorporaba posteriormente en otra reunión informal. En cada rincón del hall del hotel, algún miembro de la Plataforma de Ayuda al Real Murcia, encargada de gestionar el club desde el 4 de noviembre, cuchicheaba sobre lo que se estaba viviendo.

No faltó, como ha ocurrido en las últimas juntas de accionistas, Mauricio García de la Vega. El mexicano, que no está inscrito en el libro de socios pese a contar con el apoyo del TAS y del CSD, volvió a exigir que le reconocieran sus acciones, pero finalmente recibió la misma respuesta que obtuvo primero de Miguel Martínez y luego de Víctor Gálvez. El norteamericano, acompañado en todo momento de un notario, recibió un documento de manos de Higinio Pérez en el que se le explicaba lo que el consejo de administración no puede reconocerle como el propietario del 10% de las acciones que están en manos de Raúl Moro. El extremeño también fue protagonista. Se sabía que no iba a acudir, pero se esperaba que alguien actuase en su nombre. Sin embargo, nadie apareció en representación de la sociedad del ex presidente. Esta mañana, a partir de las doce, se celebrará la junta. Con menos colas, ya que los accionistas no necesitarán acreditarse, aunque posiblemente con menos presencia, ya que muchos de los presentes salían ayer con pocas ganas de volver después de casi tres horas sin historia, el consejo de administración de Almela se someterá a su primer plebiscito. La jornada no tiene tampoco mucha historia. Solo se someten a aprobación los cargos de los consejeros. Lo único seguro es que Higinio Pérez, hasta ahora secretario, abandona su puesto.