La PARMU ha reconocido como accionistas a todos los que suscribieron títulos, independientemente de si se cumplían las condiciones establecidas en la ampliación. El consejo de administración ha aprovechado que la cuenta corriente abierta para el proceso y a la que debía ir todo el dinero estaba a nombre del Real Murcia y no de un notario que garantizase la legalidad. Aunque no es obligatorio, en las dos ampliaciones anteriores del club se puso todo en manos de un notario, pero esta vez Gálvez prefirió saltarse una figura clave. a. m.