ElPozo se impuso en el clásico del fútbol sala nacional tras vencer al Movistar Inter en su feudo por 1-3 en un duelo en el que logró remontar el tanto inicial conseguido por los locales para luego adueñarse del choque y ser superior a su rival como pocas veces se había visto en los últimos tiempo. Y eso, además, lo hizo fallando incontables ocasiones -aspecto clave a mejorar y que le pudo salir muy caro-, con menos descanso que su contrincante por el partido del pasado miércoles ante el Barça y, además, con la baja a última hora de Andresito. Un partido para enmarcar como muestra de lo que es saber sufrir y creer en las propias posibilidades y que supone retomar la senda de la victoria, a lo grande, tras tres partidos sin conocerla.

La primera parte del duelo estuvo sobrada de emoción y ElPozo demostró que puede ser un terror para el contrario pero también para sí mismo. Así pudo comprobarse en el primer minuto, cuando Ortiz adelantó al Inter al aprovechar un error en la salida de balón de los de Giustozzi. El técnico argentino movió rápido sus piezas y a los tres minutos ya había cambiado al completo a su cinco inicial. Apuntaba a que el desgaste iba a ser un factor clave y los suyos llevaban uno importante.

El cuadro local dominaba con comodidad mientras que a la escuadra murciana se le hacía de noche en aquello de sacar el balón y elaborar jugadas que finalizasen atacando la meta contraria. Y, cuando peor lo estaba pasando ElPozo, llegó el gol con una combinación entre Álex y Miguelín que finalizó el ala balear con un zurdazo inapelable. El tanto sirvió de bálsamo y equipo murciano comenzó a encerrar al contrario en su campo somo habían hecho al principio con él y, poco a poco, la sensación de peligro fue cambiando de bando.

El conjunto de la capital del Segura controlaba al Inter, lo asediaba y solo adolecía de lo mismo que le faltó en los últimos partidos: la pegada. Los de Jesús Velasco daban muestras de sufrir cuando recibían un ataque rápido mientras que, en estático, controlaba la situación. Su intensidad, poco a poco, fue menguando por el buen hacer de ElPozo, quien logró ponerse por delante tras un saque de banda de Darío Gil que llegó a Álex al borde del área y el ciezano lo colocó en la escuadra. Instantes después, Darío asistía a otro compañero, esta vez a Miguelín, y el ala lanzaba al palo. El cuadro de Jesús Velasco había perdido todo control de la situación aunque, para su respiro, el encuentro se fue al descanso cuando más sufría.

El segundo acto arrancó con tres grandes ocasiones de ElPozo frente a un cuadro local que llegaba tarde a las posiciones defensivas. Luego, tendría otra oportunidad clarísima Pito que se fue a las nubes. Mucho estaba perdonando un equipo al que le estaba costando lo indecible perforar la meta rival. La efectividad de cara al gol, cuyo porcentaje tendía hacia el cero, se había convertido en el mejor amigo del Inter.

Las ocasiones de ampliar la renta del equipo murciano siguieron aumentando, al igual que la presión en el Jorge Garbajosa. Con ambos conjuntos con cinco faltas y un solo gol de diferencia, se afrontaron los últimos cinco minutos con todo por decidir.

Saltó Bebe como portero jugador para intentar la igualada y Giustozzi pidió tiempo muerto. "La vida nos puso una revancha después de lo que nos pasó contra el Barça. Disfrútenlo, vívanlo y déjense la vida", dijo el técnico. Y los suyos, espoleados, tomaron nota y se desfondaron logrando la justicia que les había sido esquiva con un gol de Pito a quince segundos para el final para sellar la victoria en un clásico que ha supuesto un golpe sobre la mesa.