No habían entrado en los pronósticos iniciales de este FC Cartagena, que dirige Gustavo Munúa con tanto éxito en estas 21 primeras jornadas de Liga. Tal y como recordábamos hace unos días, Elady llegó tarde a la titularidad, pero ha demostrado posteriormente que no quiere perderse ni un solo minuto de este fútbol tan efectivo y efectista que practica el conjunto albinegro y que le ha facilitado encaramarse a lo más alto del Grupo IV de Segunda División B.

Julio Gracia ha tenido que atravesar una situación similar a la de su compañero de fatigas. El joven centrocampista sevillano -nacido en El Saucejo hace 20 años-, necesitó 14 jornadas para hacerse un pequeño hueco en el once inicial, desde el que nos enseña cada jornada las virtudes que es capaz de ofrecer sobre el verde tapete de un campo de fútbol.

Elady y Julio se han encontrado en el camino de esta inusual primera vuelta para ambos y se han convertido en la simbiosis perfecta en el ataque del equipo cartagenerista. Son, sin lugar a dudas, la fórmula magistral de Gustavo Munúa en este equipo en el que tanta calidad técnica puede verse jornada tras jornada.

Los dos futbolistas representan a pies juntillas ese modelo que quiere el técnico uruguayo para su equipo. La verticalidad, movilidad, capacidad de asociación y el gol les ha unido y en eso sale beneficiado este Cartagena que acumula tres jornadas consecutivas en lo más alto de la clasificación y diez entre los cuatro primeros clasificados.

Elady ha anotado siete goles en las últimas seis jornadas. Sus cifras lo convierten en el futbolista más en forma del FC Cartagena, con los nueve goles que atesora. Pero el de La Puerta del Segura no sería el mismo si no tuviera al jovencísimo Gracia a su lado.

En cinco de los últimos goles anotados por el bloque albinegro ambos se han convertido en protagonistas necesarios. Julio ha asistido a Elady hasta en tres ocasiones cuando el balón acabó dentro de las mallas; el jienense ha hecho lo mismo con su compañero en otro de los tantos.

Recordemos, por ejemplo, el gol que le dio el triunfo al FC Cartagena ante la Balompédica Linense. El tanto, anotado por Elady, llegó tras una excepcional acción de su compañero en el borde del área grande, con pase filtrado para que anotase el gol que le dio el triunfo al Cartagena, en un campo en el que hasta ese momento nadie había conseguido ganar.

Una jornada más tarde el equipo viajó hasta Granada, donde ganó por 0-2. El primer tanto fue de Elady al rematar un saque de esquina; el segundo llegó de una galopada de Julio Gracia. Pero su compañero de fatigas le asistió con un pase raso y rápido, para que el sevillano cruzara y pusiera el segundo tanto con el que el Cartagena certificó la victoria en la ciudad deportiva del equipo nazarí.

La afinidad se hizo plena en el último encuentro de Liga, en el que el FC Cartagena goleó al Don Benito. Elady volvió a anotar el primero. Lo hizo tras un pase por alto de Julio Gracia, que aprovechó la punta de velocidad del primero para dejarlo solo ante el portero rival.

Pero en el segundo, obra de Moyita, ambos iniciaron la acción. Gracia recoge un balón para ceder rápido a Elady, que se escora, cede horizontalmente y Gracia levanta las piernas para que el balón llegara a Moyita, que bate por alto al cancerbero.

Por último, en el 0-3, saque de esquina botado por Gracia, que toca Moisés levemente y Elady, solo, remata a placer.

Julio Gracia ha encontrado los mejores aliados para que su fútbol se haga más grande, y eso que hace un par de meses se rumoreaba que estaba más cerca de salir, por la falta de confianza del preparador.

Elady ha renacido y mostrado el fútbol que atesora en sus botas a fuerza de goles y de una verticalidad que le hace ser el hombre más peligroso del Cartagena a la hora de encarar el marco contrario.

Este FC Cartagena de Gustavo Munúa ha crecido gracias a la capacidad de adaptación de una plantilla completamente nueva. El caso de Julio y Elady Zorrrilla es la prueba de ello.