El delantero de San Javier Hicham Khaloua, quien lleva una semana entrenando en solitario esperando a que el Real Murcia solucione los problemas de las denuncias de jugadores y exjugadores ante la AFE para firmar su contrato como grana, se ha cansado literalmente de tanta incertidumbre y ayer por la tarde tomó la decisión de darle su OK al UCAM para incorporarse a las filas del conjunto universitario que dirige Pedro Munitis. Un UCAM que marcha segundo en la clasificación general pisándole los talones al líder Cartagena. Hicham llegó a estar en el último partido del Murcia en Nueva Condomina presenciando el choque desde el palco, pero ante tanta inseguridad y estabilidad, el '9' que querían Pedro Cordero y Manolo Herrero se va a terminar vistiendo de azul y dorado en lugar de grana.

Según ha podido conocer este diario, a finales de la semana pasada fue el propio entorno del exjugador del Castellón, cedido por el Almería, el que contactó con la secretaría técnica que dirige Pedro Reverte para ofrecer los servicios de este futbolista que sale del Castellón por su escaso rendimiento tras haber anotado solo dos goles en 17 partidos en los que ha intervenido.

En principio el protagonista de esta historia llegaba a la Región con intención de vestirse de grana para un proyecto deportivo que sigue siendo una incógnita con siete bajas en el mercado de invierno y los derechos bloqueados para no poder fichar, pero al final se va a convertir en el refuerzo de un UCAM que ha comenzado a meter el miedo en el cuerpo entre sus rivales gracias a sus buenos resultados, sus buenos partidos y su eficacia.

Se trata de un contratiempo en toda regla para la secretaría técnica grana que dirige Pedro Cordero, porque Hicham era un futbolista que convencía tanto al propio Cordero como a Manolo Herrero, quien sigue viendo que el equipo se le puede quedar muy corto para poder terminar la temporada luchando por lo que sueña la afición.

Quizás esta maniobra de última hora, y ante la escasez y la tremenda demanda de delanteros en este mercado de enero, tampoco sería de extrañar que Pablo Aguilera pudiera tener una oportunidad, salvo que tampoco puede ser inscrito por una entidad que hace ocho días explicó que su idea era que, como mucho, a principios de esta semana se hubieran desbloqueado los derechos federativos para poder fichar y que en estos momentos sigue cogida de pies y manos porque sigue sin autorización para incorporar nuevas caras al proyecto 'low cost' que han decidido poner en marcha los nuevos miembros del consejo de administración.

El mercado sigue todos los días moviéndose y cada 24 horas se firman nuevos jugadores en Segunda B. En este sentido, cuantos más días pasen hasta que el Murcia obtenga el visto bueno para poder fichar, la parte negativa es que en este tiempo se están escapando algunos jugadores que eran las primeras opciones de la dirección deportiva y del cuerpo técnico.

En la misma línea que el Murcia, buscando un delantero, andaba también el UCAM y la mitad de equipos de toda la Segunda B, pero el paso de los días terminó en un ofrecimiento que al final supone el primer tiro en falso de un club, el grana, que sigue atado de pies y manos hasta que cumpla con los compromisos pendientes de jugadores y exjugadores.

Mientras tanto, el conjunto grana, dentro del desasosiego que también reina en el vestuario de Cobatillas, se sigue trabajando para preparar el encuentro del próximo domingo 27 de enero a las cinco de la tarde ante el Badajoz en Nueva Condomina. Y es que a pesar de todos los pesares y las circunstancias que tiene en contra el club grana, la mejor noticia es que el equipo sigue estando a tres puntos de la zona de play off de ascenso, por lo que la esperanza sigue intacta para un sector de aficionados que se resisten a que el equipo luche por la permanencia en contra de toda la obligación histórica, además de la necesidad, que tiene la entidad de volver al fútbol profesional.

Si continúa todo así todo hace pensar que el domingo ante el Badajoz, Manolo Herrero tendría que volver a intervenir con lo justo, ya que en casa del Villanovense no intervinieron ni Víctor Curto ni Juanma Bravo, dejando claro que el delantero y el canterano tienen un pie más fuera que dentro de un conjunto grana al que se le acumula el trabajo.