¿Cómo le dio por jugar al fútbol?

Con cuatro años empecé a jugar porque mi hermano también lo hacía y mi padre, que se metió en la directiva del Barrio Peral, acabó siendo el presidente. No se puede explicar, pero veía un balón y sentía ganas de ir a por él.

¿Y ser entrenador de porteros?

Jugué de portero, pero me lesioné a los 12 años y cuando volví al fútbol lo hice de jugador de campo, aunque siempre tenía el mono de hacer portería. Y cuando dejé el fútbol quise seguir vinculado al club y Alfonso Guzmán, entrenador de los juveniles, me ofreció ser preparador de porteros. Y así empezó todo.

¿Cómo surgió la idea de crear un canal de Youtube para porteros?

Estaba trabajando de monitor de niños, pero un día dejaron de hacerse las excursiones y me vi con tiempo. Pensé en hacer algo de provecho porque me gustaba el mundillo del material deportivo y tenía una cámara en casa. Pensé en aprovecharlo y combinarlo todo.

¿A través del canal fue como se dio a conocer y llegó a ser entrenador de porteros de la Minerva?

No realmente. A la Minerva llegué por Ricardo Gutiérrez, segundo entrenador, y Diego Segado, que fue quien me recomendó. Me vieron trabajar y les gusté.

¿Cuánta gente sigue su canal de Youtube?

Casi 20.000 personas.

Entonces estará ganando un dinerillo con eso.

Bueno, tengo una pequeña gratificación. Cada mes y medio recibo unos 70 euros, que es algo simbólico y que en realidad es lo que me cuesta el material que pruebo para hacer los vídeos. Esto no lo hago por dinero, sino porque me entretiene y es una manera de despejar la mente. No lo veo con fines lucrativos.

¿De dónde es la gente que está suscrita al canal?

La mayoría de la gente que me sigue es del extranjero. Casi el 70% son de México y Sudamérica porque allí se consume mucho Youtube. En Cartagena aún es un mundo por conocer, que no llama tanto la atención como en otros sitios de España y zonas del mundo. Pero poco a poco, y de esto me siento orgulloso, cada vez se nota más que la gente de mi ciudad ve mis vídeos porque por la calle me lo comentan y se me acercan niños para preguntarme por temas de material deportivo.

¿Y qué consejos da en su canal de Youtube?

Me gusta variar, pero analizo el material y recomiendo. En el mercado cada vez hay más marcas, no solamente están Nike, Adidas o Puma, y no tienes por qué comprar el guante de Iker Casillas o Keylor Navas porque hay otros igual de buenos que la gente no conoce. En el canal doy diferentes opciones al consumidor. Intento, por encima de todo, aconsejar qué necesita cada perfil de portero porque no es lo mismo jugar al fútbol a un alto nivel, que dedicarte a pachangas de fútbol sala con los amigos porque es peligroso utilizar guantes de fútbol en fútbol sala.

Imagino que la estética también influye mucho.

Desde luego, pero eso pasa en todos los aspectos de la vida. Todas las marcas te venden que lo suyo es lo mejor, pero como a mí no me da nada ninguna y los guantes los pago yo, no tengo que quedar bien con nadie. Por tanto, no voy a hablar bien de una firma si realmente no es buena, no tengo ese compromiso. Soy independiente, pero aunque me regalaran el material, no diría la verdad.

¿El portero es un futbolista de una raza diferente?

Pues sí. Desde mi punto de vista es el más duro. Los que hemos sido porteros o nos sentimos de esa condición, tenemos que apechugar con ello. El portero que no esté preparado para aceptar las críticas y que le lluevan balones por todos lados, no puede serlo. Es la posición más difícil, pero también la más bonita porque cuando eres el héroe, es muy agradecido. Pero cuando te sale un mal día estás crucificado, como le pasó a Karius, del Liverpool, que hizo una excelente temporada y metió a su equipo en Champions, pero como cometió el fallo en la final contra el Real Madrid... Un lateral izquierdo puede fallar quince pases en un partido y no pasa nada, pero si el portero cometer un error está crucificado.

¿Y cómo es un club como la Minerva, de una población pequeña como Alumbres?

Cuando era futbolista odiaba ir a El Secante de Alumbres porque es un campo que siempre aprieta. Allí la gente se vuelca con el fútbol y ahora me da mucho gusto ir un domingo por la mañana al campo de fútbol y ver a 300 personas animándote. El entretenimiento hoy en día de los chavales es jugar a la Play, pero en Alumbres la gente vive para ir el domingo al fútbol.

Allí tienen a Pelusa, que con 40 años sigue ahí.

Me quedé sorprendido con Pelusa porque está en un estado de forma brutal. Además, entrena como el que más pese a que ha sido un jugador de contrastada calidad, que ha luchado incluso por subir a Segunda División. Hace poco me enteré que él jugaba en el Alcoyano al que dejó sin ascenso el Cartagena, casi nada. Pelusa es un ídolo, un ejemplo para todos que perfectamente podría venir de estrellita por lo que ha sido, pero es el más humilde. Pero es que el grupo humano del club es buenísimo.

Cómo choca lo que me cuenta con esos jóvenes de hoy en día que con 15 años quiere ser como Messi.

Esa es la parte triste del fútbol moderno. Ahora ves a los chavales llegando al vestuario con los auriculares o con los altavoces. Cada uno lo vive a su manera, pero es cierto yo sentía el fútbol de otra manera.

Y luego están los padres que se meten a técnicos.

El mayor problema que tenemos ya no son los padres que se meten a entrenadores de sus hijos, sino los que están en la grada y le quitan la autoridad a los técnicos. Hay que dejar que los chavales disfruten jugando y no menternos en su vida deportiva. Y otra cosa que me gustaría decirle a los padres es que no le quiten el fútbol a sus hijos si suspenden en el colegio, que los priven de la consola y el móvil, pero no del fútbol. Yo no soy quién para decir cómo se tiene que educar a un niño, pero a lo mejor hace más falta quitarle el móvil y las redes sociales que el deporte, que es el psicólogo por excelencia.