El UCAM Murcia CF ha encontrado en La Condomina su versión implacable. La séptima victoria consecutiva en su estadio llegó sin el juego vistoso habitual, pero con el 'modo rodillo' conectado durante la primera mitad. Ganó el equipo de Munitis como ganan los grandes, sin jugar bien, pero con un delantero enchufado y con la puntería fina, fina de cara a puerta para hacerlo todo verdaderamente fácil. El síntoma claro de los equipos que se clasifican para el play off con holgura.

En la mañana fría de ayer, el conjunto universitario tiró de práctica y de tópicos para solucionar un partido que pudo complicarse en exceso si el Granada B hubiera mostrado la eficacia anotadora de la que sí hizo gala el UCAM Murcia. La primera mitad fue un continuado intercambio de golpes, en el que solo un verdadero pistolero es capaz de marcar las diferencias en favor de su equipo.

Sin duda que la sorpresa agradable, a la par que necesaria, del partido fue la eficacia de Manu Onwu. Irregular durante este curso, el navarro por fin se desquitó de una mala racha de cara a portería con un doblete, y lo hizo en el momento clave, cuando llegan los posibles rumores en pleno mercado de invierno. El UCAM busca delantero, más aún viendo que Luis Fernández cuenta como segundo punta, que Titi no encuentra la continuidad deseada a causa de las lesiones, y que Onwu lo mismo da una de cal que una de arena.

Por ello, el propio Onwu lanzó un mensaje a sus críticos y a la dirección deportiva regalando dos grandes goles, acordes a un buen delantero.

Ocho minutos de partido necesitó el delantero navarro para romper la igualada inicial. El Granada B salió con el cuchillo entre los dientes, dispuesto a dificultar la salida de balón del UCAM y a presionar con mucha fuerza. Pero Onwu se encargó de allanar el camino e intentar así aplacar los ánimos del filial nazarí.

Tras una buena recuperación en el medio, Julen Colinas recibió en banda izquierda, partiendo en diagonal con mucho espacio para asistir a Onwu. El delantero recibió raso dentro del área y de espaldas a la portería para girarse en una maniobra precisa, y, por bajo, ajustar su disparo cruzado al palo largo y superar a Lejarraga.

Sin embargo, desde ese tanto inicial hasta que el UCAM consiguió cerrar el partido, el Granada B puso en bastantes aprietos al equipo de Munitis, al que le costó enlazar posesiones con precisión y al que las pérdidas en campo propio pudieron penalizarle en exceso.

A los doce minutos, el visitante Adri Rivas dispuso de la oportunidad más clara para el filial nazarí en el partido. Se marchó de Arranz con una gran maniobra, y con la portería entre ceja y ceja, soltó un latigazo desde fuera del área que se estampó contra el travesaño. Esa fase del partido fue frenética, ya que Onwu pudo marcar el segundo del partido justo después. El meta Lejarraga se complicó la vida en su área con el balón en los pies, y Onwu, de forma inteligente, acudió a la presión para desviar el pase con su pierna para casi marcar con una carambola.

Sin embargo, el Granada B tuvo su segunda oportunidad clamorosa en el minuto 16. Adri Rivas aprovechó un grave error de Britos en la medular para echar el balón largo a la carrera sobre Javi Fernández. Apareció Germán Parreño en el mano a mano para desviar con el pie.

Tras esa vorágine de ocasiones, los dos equipos siguieron rondando las áreas pero sin encontrar con claridad el camino hasta la portería. Las defensas no se mostraban especialmente finas, por lo que cualquier acercamiento parecía entrañar peligro.

Pero el UCAM, que cada vez se muestra más fino en las jugadas de estrategia, inclinó la balanza aún más a su favor con una falta muy lejana, desde casi el centro del campo. Collantes colgó hacia la espalda de la zaga, donde apareció el central Javi Fernández para conectar con la derecha y mandar al palo largo un disparo que incluso pudo parecer un pase envenenado y que se clavó en la base del poste. Es lo único que le faltaba al joven jugador cartagenero, marcar goles, ya que su progresión empieza a dejar de sorprender con actuaciones soberbias cada fin de semana.

Pero, en un visto y no visto, el UCAM asestó el golpe definitivo al Granada B. El filial nazarí quedó noqueado tras el segundo gol, por lo que una imprecisión en un despeje propició que la pelota quedase muerta dentro del área que Onwu aprovechó para marcar. Controló con la izquierda y en un filo colocó la pelota en la escuadra. 3-0 y al vestuario.

La segunda parte, como era obvio, no tuvo historia. El UCAM ganó peso en el juego, dominó con más criterio y evidenció su buen posicionamiento sobre el césped para dar posibilidades en ataque. Luis Fernández, al que ayer se le notó algo precipitado en la toma de decisiones, gozó de un par de buenas ocasiones, pero en ambos casos se topó con el meta Lerrajaga.

Pese a todos los espacios dejados por un Granada B que buscó la posesión en campo contrario, el UCAM se limitó a controlar y gestionar el tiempo restante para sumar tres nuevos puntos y una victoria de las que refuerzan a un equipo. Sin jugar bien, sin mostrarse totalmente superior sobre su rival, goleó y brindó su enésima carta de presentación para la lucha por el liderato. El FC Cartagena no cede, pero el UCAM tampoco. La batalla por ser el mejor del grupo IV no ha hecho más que empezar.