La derrota el 14 de octubre en casa ante el Melilla supuso un punto de inflexión en la trayectoria del Cartagena. El equipo albinegro sucumbía ante el todopoderoso, entonces, equipo norteafricano, que contaba sus partidos casi por victorias y lideraba a su antojo el Grupo IV. Los dos goles recibidos por el rival melillense dejaron entrever los importantes problemas que acuciaban a este Cartagena. La debilidad defensiva no era un síntoma, era una enfermedad y había que atajarla cuanto antes.

Munúa no cambió ni un ápice de la línea de atrás. Moisés, Ayala, Ramírez u Orfila y Jesús Álvaro fueron los que siguieron presentes en el once inicial cartagenerista, pero lo que sí se vio modificado es el comportamiento del resto del equipo.

«Pienso que las primeras 8 jornadas fue el tiempo que necesitó Munúa para inculcarles la forma y manera de juego que el quería, y ahora está dando sus frutos», dice Miguel Ángel Muñoz, presidente de la Federación de Peñas del FC Cartagena.

La irrupción de un nuevo guardameta en el once inicial y la evolución en la propuesta del preparador también han influido en esta evolución defensiva, según apunta Antonio García Albaladejo, entrenador de fútbol. «El portero -Joao Costa- me parece todo un acierto, y también el cambio de sistema. El 1-4-1-4-1, aporta equilibrio y mayor posesión de balón. Sea Vitolo o Cordero el pivote, con los dos medias puntas por delante (Moyita y Julio Gracia fundamentalmente) han cambiado la cara del equipo», subraya García Albaladejo. «Si a eso le añadimos - añade Albaladejo- la calidad de Santi Jara (con su capacidad para asociarse por dentro) y la habilidad de Elady, el rendimiento es espectacular».

La aportación de Joao es, igualmente, uno de los aspectos en el que inciden otras personas, como el periodista Pedro Caparrós. «Lo fácil es apuntar a la portería -dice-, ya que coincide el cambio tras la expulsión contra el Melilla de Mario. Joao sólo ha encajado dos goles en jugada. Pero es obvio que Gustavo Munúa comenzó dudando con su pareja de centrales, hasta dar con la ideal Moisés-Sergio».

Por su parte, el director general de la entidad, Manolo Sánchez Breis, aclara que la confianza y el conocimiento del modelo de juego del entrenador ha estado a favor del equipo conforme pasaban las semanas. «Básicamente, lo que puede ocurrir es que los jugadores conocen mejor el sistema. El equipo está apretando muy bien arriba, apenas nos tiran a puerta y el bloque trabaja muy junto», incide Sánchez Breis.

«Otro aspecto -añade Caparrós- es la posesión del balón, lo que implica que los contrarios llegan poco. Y cuando lo hacen aparece Joao».

La realidad de los números nos dice que el bloque albinegro solo ha recibido tres goles desde la jornada novena hasta la actual. Es decir, sale a una media de 0,25 tantos por partido. Solo ha sido penalizado con un gol en Villanueva, que supuso el empate, un tanto ante el Real Murcia -partido que se acabó ganando- y un gol frente al CD El Ejido -única derrota en este periodo-. Acumula 12 jornadas sin recibir más de un gol y en nueve de ellas ha visto cómo su portería se quedaba a cero.