Tres proyectos después, con dos de ellos tirando de talonario y músculo financiero que tampoco alcanzaron el éxito, no han servido todavía para superar los números que firmó el técnico José Manuel Aira durante las dos campañas que dirigió al conjunto grana justo después del descenso administrativo a Segunda División B (2014-2015 y 2015-2016). Con el técnico leonés en el banquillo de Nueva Condomina, en su primera campaña, con el batacazo de la condena al descenso por parte de la Liga y compitiendo en el Grupo I, el conjunto grana cerró la primera vuelta con 36 puntos, seis más que los que por ejemplo ahora mismo tiene el equipo en su casillero y también en el ecuador de la competición.

Contando la actual campaña de las cinco últimas, solo en la temporada de hace un año, con la plantilla multimillonaria que montó Deseado Flores en la 2017-2018, hicieron falta dos técnicos antes de llegar justo a la mitad del torneo en la categoría de bronce para enderezar la nave. Quitando ese curso de los cinco últimos, donde José María Salmerón llegó para mejorar los números de Manolo Sanlúcar, en los años previos el mismo entrenador que ha empezado la Liga la ha terminado, salvo una excepción que sigue siendo vergonzosa incluso con el paso del tiempo. En la segunda campaña de Aira (2015-2016), el mismo curso del fallecimiento de Jesús Samper y que toma las riendas la directiva entonces presidida por Guillermo Martínez Abarca, deciden despedir al entrenador leonés en la penúltima jornada después de haber tenido al equipo líder durante 23 semanas, una maniobra suicida que acabó con Acciari en el banquillo y fuera del play off a las primeras de cambio.

En la temporada 2016-2017, hace tres cursos exactamente, el equipo que comenzó dirigiendo desde el banquillo el murciano Paco García llevaba 30 puntos en la jornada 19, otra cifra que también es inferior a las de las dos campañas del preparador leonés. Sin embargo ese mismo curso, la llegada en Navidad de Raúl Moro y la revolución en la plantilla que hizo Deseado Flores, con la sustitución de Paco García por Vicente Mir inclusives, dio para acabar la Liga segundo con 67 puntos, disputando el play off y cayendo también a las primeras de cambio ante el Mestalla.

Y el entrenador actual del Murcia, Manolo Herrero, asumiendo todos los problemas que ha vivido el club, tampoco ha logrado romper la barrera de los 42 puntos que había firmado el equipo dirigido por José Manuel Aira justo en la jornada 19 de la misma temporada en la que no le dejaron terminar su trabajo.

Curiosamente, una temporada después de despedir posiblemente al entrenador con mejor formación que ha tenido el club en los últimos años, José Manuel Aira cogió el banquillo del Albacete y devolvió al 'queso mecánico' a la Segunda División y al fútbol profesional. Desde su marcha, una de las más emotivas que se recuerdan en Nueva Condomina, ninguno de sus predecesores en el cargo ha sido capaz de igualar sus números, ni mucho menos teniendo en cuenta sus condicionantes. Su primer año, con el descenso administrativo, el propio Aira diseñó la plantilla y realizó unos fichajes que llevaron al equipo a casi cumplir el objetivo. En este equipo militaban seis canteranos de la factoría grana (Fernando, Simón, Arturo, Carrillo, Isi, Javi Saura y Álvaro Marín). Al curso siguiente, ya en el Grupo IV, la plantilla del Murcia seguía contando con cinco canteranos (Fernando, Simón, Isi, Álvaro Marín y Arturo).

Solo un entrenador en estas últimas cinco campañas ha contado tanto con jóvenes de la casa grana en su primera plantilla. Fue el curso que arrancó Paco García para terminar sustituido por Vicente Mir (2016-2017), ya que esa temporada en la primera plantilla estaban Isi, Simón, Roberto Alarcón, Javi Saura, Juanma Bravo y Andrés Campoy, seis canteranos en total en un dato que también dice mucho de lo que se encontró el técnico valenciano a su llegada.

Es ya al curso siguiente (2017-2018), ya con Raúl Moro y Deseado Flores al mando de la entidad y con plenos poderes, cuando en la plantilla empiezan a desaparecer las caras de los jóvenes de la tierra. Así, solo el canterano Juanma Bravo tuvo la gallardía de hacerlo tan bien que Salmerón decidió que era intocable en su once titular, aunque al llgar al play off, al actual entrenador del Recreativo le entraron los miedos y hubo cambios inesperados entre los que se cuenta la inesperada suplencia de Juanma, un caso parecido al actual, donde un jugador con tanto talento va a terminar cayendo en el olvido por una serie de circunstancias.

En el curso actual, al margen del estreno del canterano Domi el pasado domingo ante el Sevilla Atlético, solo Josema ha sido capaz de llegar para quedarse, porque Juanma Bravo se ha quedado como un segundo plato para Manolo Herrero, un técnico que por otra parte ya avisó que tenía muchos jugadores del mismo perfil en la plantilla.

En el equipo actual hay jugadores que no saben a ciencia cierta si van a seguir de grana hasta el 31 de enero, motivo por el que la dirección deportiva ha preguntado ya por casi todas las posiciones, incluso para la portería, asumiendo una posible marcha de Mackay. Quedan todavía veinte días para que, tal y como dijo Pedro Cordero en su presentación como director deportivo, se pueda saber si el Murcia va a aspirar al ascenso o se conforma con otro objetivo que nunca ha formado parte del ADN de la centenaria entidad.