El UCAM Murcia CB arrastra una pesada cruz esta temporada que le está privando de rematar muchos encuentros. Los lanzamientos desde la línea de tiros libres se han convertido en una losa. De hecho, los hombres de Javi Juárez son los que peor lanzan desde la línea de 4,60 metros de toda la Liga Endesa, con un porcentaje del 67%, a una distancia sideral del mejor, el Unicaja (81%), y también muy por debajo de la media de acierto de todos los conjuntos de la competición (74,86%). En la derrota frente al Divina Seguros Joventut del pasado domingo, el problema quedó aún más patente, ya que los jugadores universitarios se quedaron en un pobre 59%, errando 11 de los 22 lanzamientos, siendo el peor porcentaje de toda la temporada.

Además, en esta etapa de ocho campañas consecutivas en la máxima categoría -desde la 11-12 hasta la actualidad, la más prolongada de la historia de la entidad-, nunca antes el equipo murciano había presentado tan malos guarismos desde los tiros libres. La mejor campaña fue la 2016-2017, con un 79%, gracias especialmente al casi infalible Billy Baron, que concluyó el curso con un espectacular 93%. En el 77% se quedó en la 2012-2013, mientras que en la 2015-2016 estuvo en el 75% con un Scott Wood que anotó los 23 que tuvo para cerrar la temporada con un 100%. En dos ocasiones estuvo en el 74% -en la 11-12 y en la 14-15-, que viene a ser la media de la competición, mientras que en la 2013-2014 se quedó en un 73% y en la 2017-2018, en el 72%.

En el actual curso, ni siquiera Brad Oleson, que en el pasado hizo un 91%, está en sus guarismos. El escolta de Alaska solo lleva un 5 de 6. El mejor es Milton Doyle, con un 88% (29 de 33), mientras que en el lado opuesto se encuentran dos pívots, Kevin Tumba, que con un 57% está mejorando sus números de otras campañas -en la pasada hizo un 38%-, y Marcos Delía, quien está en un pobrísimo 37%. El caso del argentino llama poderosamente la atención, porque aunque nunca ha sido un buen lanzador y se ha mostrado muy inseguro, tampoco ha estado por dejado del 60%, es decir, que casi ha reducido a la mitad sus porcentajes. En su primera campaña en el equipo, en la 2016-2017, logró un 63%, mientras que en la pasada se quedó en el 61%. El argentino tiene mejores números en la Champions, con un 45,5%, competición donde el equipo presenta un 72,4% en los tiros libres.