Fran Alcoy llevaba más de diez años sin pisar el césped del Cartagonova. El valenciano dirigió el último partido con el Cartagena un 9 de diciembre de hace ahora once años, pero la labor de técnico, que la ejerció en el club hasta en cuatro etapas diferentes, fue una más de un Alcoy que, ya con 50 años y una dilatada experiencia en las bases del Villarreal y el Atlético de Madrid, cumple su cuarta temporada en el Talavera.

El preparador del equipo manchego ejerció durante mucho tiempo labores de gerente del club, pero fue la mano derecha de Paco Gómez desde el primer año que el alicantino se hizo cargo del club hace tres lustros.

Ayer volvía a la que fue su casa durante cinco años y reconocía que para él era un momento especial y de un simple vistazo observó que muchas cosas han cambiado desde que él lo abandonara tras ser destituido del cargo de primer entrenador. «En cinco temporadas hice de todo y siempre es bonito volver a la que ha sido tu casa. Para mí ha sido un partido especial», admitía Alcoy.

Se le preguntó en rueda de prensa cómo había encontrado el club en su regreso e indicaba que «es una entidad que está muy bien organizada. Tienen una importante masa social y se nota que están haciendo bien las cosas para poder dar el salto en cualquier momento».

Probablemente muchos de los seguidores que ahora acuden cada domingo al Cartagonova no lo recordarán, porque a pesar de ser un auténtico apagafuegos cuando Paco Gómez encendía las llamas con aquellas decisiones peregrinas, también se convertía en el entrenador puente las etapas en las que el dueño destituía a uno u otro entrenador. Su sueño era, no obstante, vestirse de corto, dejar los despachos y entrenar, pues era realmente su vocación.

Lo conseguía cuando definitivamente se marchó de Cartagena. Primero en las categorías inferiores del Atlético de Madrid durante tres años y luego en el Villarreal, donde entrenó a los juveniles y al equipo C, hasta que el Talavera le dio la oportunidad y demostrar por fin sus cualidades desde el banquillo.

Ayer pudo saludar a amigos y conocidos, unos cuantos pudo hacer en Cartagena. Se marchó por la puerta de atrás, sin hacer ruido, como siempre había hecho desde detrás de su mesa de despacho.

El Cartagonova cerraba sus puertas este año y el fútbol no volverá al estadio albinegro hasta dentro de un mes. Ahora toca unos días de vacaciones para jugadores y trabajadores, pero al regreso el equipo no volverá a jugar en casa hasta el 20 de enero. Le esperan, por tanto, los encuentros a domicilio frente al Linense y contra el Granada B, en la última jornada de Liga de la primera vuelta y la inicial de la segunda.