El UCAM Murcia CB ha cerrado la puerta del 2018 en la Champions League de la mejor forma posible. El equipo murciano logró ayer en Letonia su octava victoria del curso en Europa ante el Ventspils (61-67), y no solo dio un paso de gigante hacia la siguiente ronda - que ya la tiene desde hace varias jornadas en su bolsillo de forma virtual- sino que dejó casi sin opciones al resto de candidatos por el primer puesto. La plantilla de Javier Juárez, entrenador universitario, volvió a superar con nota otro ejercicio de fe y de lucha. Y eso que por momentos se contagió del juego anárquico del equipo letón, más partidario de encuentros abiertos y de jugárselo todo a los puntos. Una ruleta rusa para un equipo que podía pecar de relajación al llegar con la mitad de los deberes hechos y no contar con dos de sus máximos anotadores (Soko y Doyle), y otro que no tenía nada que perder en su casa ante el líder. Pero fue entonces cuando Oleson, Urtasun, Kloof y Rudez decidieron tomar cartas en el asunto.

El UCAM volvió a tener la templanza y el saber estar de las últimas jornadas, y Sadiel Rojas volvió a ser el de siempre. El capitán universitario, mermado durante todo el año por sus molestias en el codo, capturó 13 rebotes en el partido ante la obsesión letona con el lanzamiento de tres e impregnó al resto del espíritu combativo innato del club. Rudez confirmó por tercera vez en una semana que ya está preparado para volver a romper defensas con su tiro, ayer firmó 14 puntos con un 4/7 en triples, y Brad Oleson dejó claro que este atlético equipo también cuenta con intelecto para ganar batallas desde la estrategia. El equipo murciano dominó el marcador en los primeros compases del partido, pero pronto se contagió del ritmo que quiso imponer el Ventspils. Intentó llevar los duelos al perímetro, uno de sus puntos fuertes, y pronto respondieron los de Juárez con el primer triple de Rudez y una gran acción de Rojas (3-7). Jakovics se convirtió en la principal amenaza de los locales en los primeros compases, pero dos triples consecutivos del croata del UCAM ampliaron la renta (9-13). A partir de ahí, el Ventspils consiguió imponer su criterio por mediación de Johnson y Marcos Delía falló dos tiros libres en los últimos segundos del primer cuarto que hubieran decantado la balanza en los primeros minutos (13-13).

El entrenador del UCAM dio entrada a Alberto Martín en el segundo cuarto para intentar controlar el ritmo del partido, pero el enfado del técnico con los colegiados en algunas decisiones fue tal que le acabaron pitando técnica tras protestar una falta sobre Cate (16-15). A partir de ahí, el partido se volvió un tanto loco. Un ida y vuelta que tanto Urtasun como Oleson frenaron con sus puntos (16-20). Una buena defensa de Delía sobre Zakis en la pintura fue la antesala a una buena canasta del pívot argentino frente a un Ventspils obsesionado con el triple pese a su falta de acierto (18-22). Los universitarios dominaron el rebote ofensivo en la primera mitad, con ocho capturas en la zona contraria, y dos grandes acciones de Rojas junto a otro triple de Oleson ampliaron la renta hasta los 12 puntos (18-30). Sin embargo, el UCAM bajó la intensidad en defensa en las últimas acciones de la primera mitad y permitieron recortar al Ventspils (24-30).

El Ventspils no cambió su estrategia de intentar romper el partido a partir de las individualidades y el tiro de tres, lo que le llevó a firmar un parcial de 6-0 de salida que igualó de nuevo el marcador (30-30). Rudez apareció para cortar la mala racha y cuando tocaba pelear en defensa, el equipo murciano era claramente superior. En ataque logró sacar petróleo en algunas acciones trabadas y Urtasun elevó la distancia (34-42). Pero un triple improvisado de Beane y una penetración de Berzins sobre la bocina dejó todo abierto a diez minutos del final (43-46).

En los últimos minutos el UCAM tuvo que sudar sangre para cerrar el triunfo. El Ventspils fue capaz de ponerse por delante y el intercambio de dominio fue una constante a falta de tres minutos (59-58). La falta de acierto seguía siendo la tónica habitual, pero eso no fue suficiente para frenar a Kloof, destascando desde el perímetro tras toparse con la defensa varias veces, y un Rudez que cerró el duelo con su útlimo triple (61-67).