Casi desde el primer instante el FC Cartagena ha apostado por la variedad en las alineaciones. Es lo habitual desde que Gustavo Munúa cogiera las riendas del equipo este verano. Las rotaciones han sido una constante jornada tras jornada y el entrenador ha querido demostrar con este gesto que quiere contar con la práctica totalidad de sus integrantes y que apenas descarta a nadie, a pesar de la regularidad en el juego y los resultados que viene teniendo el equipo.

De los 24 jugadores que tiene esta plantilla -incluyendo a los lesionados Cristo y Queijeiro-, el preparador da continuidad a 18 de ellos con cierta regularidad en esta primera vuelta. Exceptuamos el caso de los cuatro sub-23 que apenas cuentan para el entrenador -Juan Moreno, Igor Paim, Rui Moreira y Luis Mata-, y podemos concluir que el resto están teniendo más o menos frecuencia en las alineaciones esta primera vuelta de la competición.

Las rotaciones se pueden convertir en un arma de doble filo en una plantilla. Si bien el lado negativo llega cuando un jugador puede considerar injusto cuando se queda en la grada a pesar de haber tenido una buena actuación la jornada anterior, el lado positivo refuerza la idea de que casi nadie tiene el puesto asegurado y, por tanto, Munúa no permite que ninguno de sus futbolistas se acomode.

«Todos queremos jugar, pero hay que asimilarlo. Es normal. El equipo está metido, enchufado y nadie baja el pistón», dice Pedro Orfila, uno de los defensas que ha pasado de la titularidad a la grada y al revés de una jornada a otra. «Ya dije a mi llegada que este equipo era muy competitivo en todos los puestos. El entrenador ha ido haciendo rotaciones y ha logrado mantener el nivel alto en la plantilla. Todo el mundo quiere jugar y ayudar desde dentro del campo pero lo importante es el equipo».

Añade Orfila que desde el comienzo el entrenador les advirtió de la tónica general de esta temporada con los cambios en la alineación. «El mister siempre nos dijo que teníamos que estar preparados, porque podíamos estar sin jugar un tiempo y de golpe salir de titulares. Y ese es nuestro trabajo, estar preparados para cuando nos toque ayudar al equipo» explica el defensa albinegro.

El FC Cartagena ha logrado reducir distancias con los de arriba y eso le ha dado confianza para seguir peleando por los puestos de cabeza. «El equipo está metido y todos están enchufados. Después de El Ejido fue un palo pero ahora estamos a cuatro puntos del líder y a solo uno del UCAM y se ve todo de otra manera. Tenemos que hacer las cosas bien y con tranquilidad», confiesa.

Además, «el equipo está más seguro y no se le puede reprochar el trabajo a nadie. Todos piensan en sumar y es de alabar el nivel de compromiso de la plantilla. Las ganas de conseguir el objetivo de la plantilla es brutal», transmite el jugador cartagenerista.

Dice Orfila, por otro lado, que el Cartagena puede encontrarsea un 90% de su rendimiento, «podemos mejorar y el momento donde tenemos que llegar a tope es el final de temporada. Seguramente ahora mismo estemos a un 90% de nuestro nivel de juego. El margen de mejora no es grande, pero hay que ir subiéndolo semana a semana».

Reconoce que el primer mes de competición se cometieron los errores de adaptación de una plantilla que tenía muchas caras nuevas y un entrenador que trataba de poner en práctica su estilo. «Tuvimos que adaptarnos al juego, conocernos, porque todos éramos nuevos. Cuando encontramos nuestro camino empezamos a tener las cosas más claras».

En la última jornada Munúa destacó por encima del resto el trabajo de Moisés y la aportación del propio Orfila, algo que no suele hacer el entrenador al menos públicamente. «No se puede reprochar a nadie el trabajo que viene haciendo en este equipo. Es para destacar el trabajo de esta plantilla», añadía el jugador.