La Navidad está a la vuelta de la esquina y ese espíritu que siempre nos impregna ha acabado con runrún en el Palacio de los Deportes. Las críticas hacia algunos integrantes de la plantilla del UCAM Murcia han dado paso a aplausos de aliento. No hay mejor bálsamo que las victorias para hacer cambiar de opinión a los más escépticos. El primer gran beneficiado es Javi Juárez.

El entrenador, quien parece haber cogido definitivamente las riendas de una plantilla que al inicio de curso ofreció muchas dudas, es el gran favorecido. Sus decisiones, que antes estaban siempre en la lupa de la grada por el hecho de ser un debutante en la categoría, han pasado ahora, después de sumar cinco victorias en los últimos seis encuentros, a un segundo plano. También Askia Booker y Dajman Rudez han empezado a 'romper' y, al menos en los partidos en casa, están dando la cara. Incluso ayer se vivió una situación un tanto atípica con Marcos Delía. El argentino está viviendo esta temporada un calvario con los tiros libres. Sus inseguridades surgen siempre cuando tiene que ir a la línea de 4,60 metros. Ayer firmó un 0 de 6 pese a que en una ocasión la reacción del público fue de arropar al argentino con aplausos, coreando su nombre ante la cara desencajada del internacional, a quien antes del partido se le vio hablar durante algunos momentos con los dos entrenadores jefe que estaban ayer en los banquillos de uno y otro bando, Juárez y su compatriota Néstor García, del Fuenlabrada.

Quienes sí que recibieron las críticas de la afición en la jornada matinal de ayer fueron los colegiados. No fue en el tercer o último cuarto, sino en el primero por la señalización de las faltas personales. Lo cierto es que existe especial sensibilidad desde el encuentro frente al Unicaja, donde los universitarios fueron perjudicados por el trío de colegiados. Los decibelios subieron especialmente de tono tras una antideportiva a Milton Doyle, quien en muchos minutos del choque de ayer sacó el manual del jugador comprometido con la causa.

Quien no está en el equipo pero sí está presente es José Ángel Antelo. El gallego sigue recuperándose de la grave lesión que sufrió el pasado mayo. Por desgracia, no se le espera este curso en las pistas. Él prefiere estar al margen y por eso ha optado por ver algunos partidos desde la lejanía. Ayer siguió el triunfo desde las oficinas del club, en la zona alta de ese Palacio donde han empezado las obras después de mucho tiempo de retraso. Por los ventanales se podía apreciar al bueno del capitán sufriendo como uno más, porque pese a que no está en la actualidad, sigue ahí, luchando por volver a ser un 'guerrero' más.