ElPozo Murcia es el campeón de invierno. La contundente victoria ante el O Parrulo por 6-2 y el empate entre el Barça y el Inter (4-4) dejaron a la escuadra murciana con el liderato en solitario de la liga en el último partido de la primera vuelta. Con este resultado, Diego Giustozzi consigue en su primera temporada un título, honorífico eso sí, que no se lograba desde hacía ocho años y que, además, supone que el conjunto de la capital del Segura sea cabeza de serie en la Copa de España.

La primera parte comenzó con Adri, ex de ElPozo, moviendo y dirigiendo a su equipo mientras que el cuadro local trataba de hacerse con las riendas de un duelo que valía más de tres puntos. Dos ocasiones consecutivas del O Parrulo, que muy cerca estuvieron de convertirse en gol, avisaron del peligro que iba suponer jugar con la igualdad del esférico. A diferencia de en anteriores choques, a los de Giustozzi les interesaba acelerar el ritmo del duelo y, aunque lo intentaron con balones largos y contras rápidas, el conjunto de Diego Ríos frenaba el tempo hasta llevarlo a un terreno donde había mostrado encontrarse más cómodo. La escuadra murciana, aunque lo intentó, no consiguió domar el partido y otras dos ocasiones consecutivas del conjunto ferrolano que logró evitar Fede, ayer titular, evidenciaron que el O Parrulo era el mejor equipo sobre el parqué del Palacio al llegar al ecuador del primer tiempo. El gol, tan buscado por el cuadro visitante, llegó tras una fantástica contra que ejecutó Rubi con un disparo cruzado. El tanto supuso el despertar de ElPozo, hasta entonces incapaz de encontrar el hueco por el que hacer daño al contrario. Así, los de Giustozzi hilvanaron dos jugadas de peligro y, a la tercera, Álex consiguió el tanto del empate.

El haber inaugurado su casillero dio a ElPozo el impulso que necesitaba. Los locales se volcaron sobre la meta contraria llegando con fluidez y entregando buen juego, algo que se materializó con la obra de arte firmada entre Fernando y Fer Drasler, que materializó el último tras hacer con el granadino una doble pared que destrozó, con sutileza, a la defensa del equipo gallego. El conjunto de la capital del Segura, que parecía haber saltado a la pista más tarde que su rival al estar desaparecidos durante muchos minutos del primer tiempo, había logrado darle la vuelta al encuentro y, además, regalando un gol de tiralíneas para enmarcar y para cerrar el primer periodo estando por delante en el luminoso.

En el segundo acto, ElPozo arrancó sabiendo que debía aumentar la renta para no jugar con fuego y en ello se empleó hasta lograr el tercer tanto, gracias a Xuxa, al poco de haber comenzado a rodar el balón. La alegría llegó a la pista, que no a una grada algo apagada, y los pupilos de Giustozzi comenzaron a gustarse acariciando el balón, desplegando un juego muy fluido y con llegadas cargadas de peligro para mala fortuna de Chemi, ex del filial murciano, que ayer defendía la meta del O Parrulo. Confluyeron fondo y forma, estilo e intención y ElPozo demostró que, cuando da brillo al mono de trabajo, sabe ser uno de los mayores exponentes del fútbol sala de quilates. Otra muestra de esto fue el cuarto gol, obra de Darío tras una asistencia de Álex García, en otra gran combinación que desarboló la defensa gallega.

El tanto dejó fuera del choque al equipo dirigido por Diego Ríos, que aunque apostó con Rubi como portero jugador, se le notó falto de convicción y encajó un nuevo tanto, obra de Matteus.

El 5-1 dejaba visto para sentencia un choque que había finalizado mucho antes pero en el que, visto los primeros compases, nadie hubiera apostado por una victoria tan abultada. Ésta se ampliaría con otro gol, obra de Miguelín tras una contra, que certificaba que, cuando ElPozo Murcia toma velocidad, es difícil que algo lo frene. Ya en los últimos minutos, Adri recortaría la diferencia al marcar el segundo de los suyos en la que fue su casa y con el octavo tanto del partido se cerró un duelo que acabó con goleada y que, sumado al liderato de la liga conseguido y al título de campeón de invierno, suponen un golpe sobre la mesa del conjunto dirigido por Diego Giustozzi y da alas a los aficionados para abrazarse a la esperanza. Los hechos, por el momento, lo permiten.