El pasado 11 de abril acababa la etapa de Miguel Martínez como consejero del Real Murcia. Ese día, el murciano, que llevaba desde enero de 2016 ocupando una silla en el órgano de control del club grana, se quedaba sin sitio al no contar con la confianza de Víctor Gálvez. Unos días antes, al llegar a la finalización de su mandato, había decidido poner fin a su etapa como presidente de la Federación de Peñas. Sin sitio en el consejo de administración y fuera de la FEPEMUR, por primera vez en 14 años, Miguel Martínez no aparecía en un cargo de responsabilidad relacionado con el club grana. Aunque aún seguía existiendo un nexo de unión. El contrato que vincula a su empresa -Grupo Floridablanca- con la entidad murcianista. Y es que dicha sociedad es la encargada de la limpieza de Nueva Condomina desde que el estadio murciano fue inaugurado en el 2006.

Pero pese a ser la concesionaria del servicio, Grupo Floridablanca lleva desde el último partido de la pasada campaña -play off ante el Elche- sin cumplir con sus obligaciones en Nueva Condomina. Miguel Martínez se ha negado a que sus trabajadores acudan a limpiar la instalación al alegar que se le adeudan 28.000 euros de meses anteriores. Este es otro de los problemas que se ha encontrado el nuevo consejo de administración del Real Murcia.

Aunque en las últimas semanas se han llevado a cabo varias conversaciones, el que fuera presidente de la FEPEMUR, que en el último año se ha convertido en uno de los principales culpables de la crisis institucional que vive la entidad y de la gran deuda generada durante la presidencia de Raúl Moro, no solo se ha negado a dar su brazo a torcer sino que además se niega a poner fin a la vinculación, permitiendo la llegada de otra empresa que sí esté dispuesta a acabar con la suciedad que se acumula en el interior del recinto municipal.

Con el objetivo de solucionar de una vez por todas el problema, desde el consejo de administración se han puesto en contacto con otras empresas dedicadas a la limpieza, aunque a la hora de establecer los términos del acuerdo, todas ellas han dado un paso atrás, informando a los responsables murcianistas de que no van a entrar en conflicto con Grupo Floridablanca. Y es que Miguel Martínez, según informan desde Nueva Condomina, está presionando para no perder su privilegio. Las mismas fuentes indican que el murciano se agarra a la ley para recordar a la competencia que si aceptan la propuesta grana deberán subrogar a los trabajadores que él tenía contratados, sin embargo estos empleados que dice tener en nómina llevan sin ejercer sus tareas en el estadio desde finales de mayo. Martínez se agarra, según expertos en derecho laboral, al 'Convenio Colectivo de Limpieza de Edificios y Locales de la Región de Murcia 2016-2018'. En el artículo 16 de ese texto se establece que «en el sector de limpieza de edificios y locales operará la subrogación del personal cuando tenga lugar un cambio de contratista o de subcontratista (...) en cualquier tipo de cliente, ya sea público o privado».

Ante el bloqueo llevado a cabo po Miguel Martínez, cuya empresa ni limpia ni deja acceder a otros a hacerlo, la suciedad se acumula en Nueva Condomina. Desde el partido de play off ante el Elche, el Grupo Floridablanca, según informan desde el Real Murcia, no ha acudido a asear unas instalaciones que, además, en los últimos años han visto como la mencionada empresa cada vez dedicaba menos tiempo a sus tareas, tal y como han denunciado muchos aficionados que cada quince días tienen que sufrir la basura que se ha ido acumulando. Ante la dejadez de la contratista, hace dos semanas un grupo de aficionados se prestaron voluntarios para limpiar un poco la grada, incluso alguno de ellos se sorprendió al encontrar una página de periódico del año 2015.

El murciano se ha desentendido de las dificultades económicas que vive el Real Murcia y exige el pago de los 28.000 euros que se le adeudan de meses correspondientes a la presidencia de Raúl Moro, con el que compartió consejo de administración y al que convenció para que le subiera las retribuciones que recibe por realizar las mencionadas tareas de limpieza. Pese a los impagos y a que el club está dispuesto a romper el contrato, Martínez no quiere perder su privilegio al existir la posibilidad, según señalan algunas fuentes, de que en las próximas semanas el Ayuntamiento pueda aprobar el convenio de uso de Nueva Condomina, lo que supondría que el Consistorio asumiría todos los costes de manteninimiento. Si esto se hace realidad, Grupo Floridablanca pasaría a cobrar directamente de La Glorieta, por lo que los problemas de impagos desaparecerían.