El 'casting' para decidir quién sería el director deportivo tras la entrada del nuevo consejo de administración se había convertido en el culebrón otoñal del Real Murcia. Y es que, cuando todo parecía preparado para que Julio Algar, exentrenador del Lorca FC, se convirtiera en el enlace entre la parcela deportiva e institucional, un nuevo 'volantazo' en las decisiones del club fue el detonante para que Pedro Cordero asuma finalmente esa labor. «El murciano Pedro Cordero es el nuevo director deportivo del Real Murcia CF. Como director deportivo cuenta con una amplia experiencia, formando parte de equipos como Torrevieja, Águilas, Tenerife, Córdoba y Lorca Deportiva. Además de formar parte de la secretaría técnica del Granada CF. En su haber está su participación en los ascensos a Primera División del Córdoba como director deportivo y del Granada como integrante de la secretaría técnica. Además de un ascenso a Segunda División B con el Lorca Deportiva hace dos temporadas», explicaba el club grana ayer en un comunicado, pese a que hace dos días era el propio José María Almela, presidente del club, el que reconocía públicamente que Julio Algar era el mejor colocado para ocupar el puesto.

Todo se aceleró en la tarde-noche del martes, cuando Pedro Cordero se impuso en la votación definitiva por los integrantes de la PARMU (Plataforma de Apoyo al Real Murcia), que a día de hoy tiene todo el peso en la toma de decisiones del club junto al actual consejo de administración. Aunque el cambio drástico de dirección no es nada nuevo en la Plataforma, ya que hace tan solo unas semanas se produjeron las primeras renuncias -como las de los consejeros Enrique López y Stefan Settels- tras aparecer desavenencias en apenas un mes. De hecho, al principio se barajaba la opción de que Xavi Juliá fuese el que ocupase el rol de director deportivo, sin embargo, también abandonó la Plataforma en apenas unos días.

Una de las causas del giro inesperado en la elección de Pedro Cordero, según ha podido conocer esta redacción, es la entrada a escena de Quique Pina, quien está estrechamente ligado a la figura del nuevo director deportivo del Real Murcia. El intermediario murciano ya acercó posturas con el club a finales de verano cuando intervino en la contratación del argentino Lucio Compagnucci, con el que posó en su presentación pese a que a día de hoy todavía no ha podido debutar con el Murcia al no poder tramitarse su ficha en la Federación. Por lo que Pina, respaldado por el notario Francisco Tornel, podría contar todavía con mayor peso en un mercado invernal en el que se esperan varios movimientos en la Nueva Condomina para adaptar la costosa plantilla, fruto de la paupérrima gestión de Víctor Gálvez y Toni Hernández el pasado verano, a la realidad que debe afrontar el club.

Cierto es que de los nombres que había sobre la mesa (Óscar Sánchez, Julio Algar y Pedro Cordero), era el último el que contaba con mayor experiencia en el cargo para trazar el camino a seguir por el Real Murcia en el mercado de invierno, con vistas a equilibrar la situación actual y seguir aspirando al mismo tiempo a los puestos de cabeza del grupo IV de la Segunda División B esta temporada. No obstante, las dificultades de la PARMU para decidir al nuevo director deportivo han provocado más dudas. De hecho, Óscar Sánchez se autodescartó horas antes al no estar muy decidido por la forma de proceder por parte del club.

Pedro Cordero, quien fue futbolista del Real Murcia durante dos temporadas a finales de los ochenta, aterriza en la Nueva Condomina después de su etapa en el Lorca Deportiva, con el que consiguió ascender a Segunda B para regresar a Tercera División la pasada temporada en una atmósfera también marcada por los impagos. Actualmente se encontraba en el Elche asesorando a su hermano Jorge Cordero, director deportivo del conjunto ilicitano.

El cartagenero, quien en 2015 intentó hacerse por última vez con el control del FC Cartagena en un pulso que finalmente ganó Paco Belmonte, tendrá dos semanas para ponerse al día en el Real Murcia, ya que después del choque que enfrentará a los granas frente al Melilla, el próximo sábado 22 de diciembre, llegará el parón navideño en el que el conjunto murciano deberá diseñar su hoja de ruta para afrontar la segunda vuelta del curso y mantener la competitividad de una plantilla de la que se esperan algunos cambios.