Nadie sabe lo que pasó anoche al descanso en el vestuario del UCAM Murcia CB. Nadie sabe si Javier Juárez puso un vídeo motivacional a sus jugadores con el grupo murciano 'Viva Suecia' de fondo, como hizo Pablo Laso antes de levantar la Euroliga en mayo, o le pidió a su plantilla que jugase «lo más simple posible» como le dijo Didier Deschamps -seleccionador de fútbol francés- a sus jugadores en la pausa reglamentaria de la final del Mundial que levantó este año Francia. Para explicar lo que sucedió ayer solo se me ocurre echar la vista hacia atrás y recordar que me gustaba avanzar las películas en VHS para ver la parte que quería. Y en la única que tenía de baloncesto, siempre empezaba por el partido. Cuando los 'Looney Tunes' y Michael Jordan reaccionaban en el descanso para acabar ganando sobre la bocina. Pero el UCAM no sufrió tanto ayer para llevarse su primera victoria como visitante de la temporada en la Liga Endesa (67-81), porque su segunda versión superó con creces a la primera. Tanto que el Gipuzkoa se quedó sin respuesta al vendaval ofensivo de los universitarios.

Y es que durante veinte minutos el UCAM retrocedió varias semanas en la competición. Estuvo espeso, perezoso y con constantes fallos tanto en ataque como en defensa que permitieron al equipo vasco llevar el partido a su terreno. El entrenador del cuadro murciano recordaba en cada tiempo muerto a los suyos que sin defender no iban a romper su mala racha lejos del Palacio, pero la versión más anárquica del cuadro universitario fue la que cerró el primer tiempo. Hasta que entró por la puerta de vestuarios y volvió a salir. Como si de un concurso televisivo se tratase, aquellos que cambian en cuestión de segundos a gente anónima por famosos, el UCAM se convirtió en un equipo mucho más fuerte y más alto que no dudó en aplastar a su rival en cuestión de minutos. Lo que en el primer tiempo parecía un mundo, en la segunda parte se convirtió en el problema más sencillo a resolver y la confianza llegó desde el ataquepara subir la intensidad en la defensa. Al contrario de la tónica habitual del club en la última época.

El UCAM no desaprovechó su visita a la casa del colista para estrenar su casillero de victorias como visitante e iniciar este tramo del calendario ante rivales de 'su liga' con buen pie. Aunque al principio no supo cómo responder a la zancadilla por parte del Gipuzkoa Basket. Los de Javier Juárez siempre fueron a remolque en la primera parte y los errores se transformaban en pérdidas que dieron demasiadas oportunidades a su rival. De hecho, tres triples consecutivos de Burjanadze rompieron pronto el partido a favor de los locales (11-5). Hasta que apareció un Ovie Soko que le sienta de maravilla el parón por las 'Ventanas FIBA', al igual que demostró la temporada pasada. El interior británico tiró del carro en todo momento y cuajó una excelente actuación con 23 puntos junto a un inmaculado acierto desde el tiro libre (5/5). Eso le llevó a firmar 11 de los 16 puntos en la primera parte de su equipo en el primer cuarto (20-16).

El inicio del segundo capítulo tampoco fue mucho mejor al encajar un 5-2 como parcial de salida. Aunque la presencia de Kevin Tumba en la pintura permitió elevar el nivel defensivo, proteger la pintura y obligar al Gipuzkoa Basket a lanzar desde el perímetro sin éxito (28-28). Aunque, sin Soko, los problemas en ataque del equipo murciano se agravaron al seguir cometiendo pérdidas por precipitaciones y eligiendo mal los lanzamientos (con un 1/10 en triples). El descontrol permitió a los locales fabricar otro colchón al aprovechar que su rival estaba en bonus (35-29) con Tumba (3), Cate (2) y Delía (2) cargados de infracciones.

Sin embargo, el paso por vestuarios lo cambió todo. El UCAM salió con la fuerza de un motor de combustión y acabó controlando el partido con el silencio de un híbrido. Oleson lideró a los suyos en los primeros compases del segundo tiempo con siete puntos consecutivos a los que se sumaron un 'dos más uno 'de Soko y dos triples de Booker para un 2-17 de parcial (37-46). No obstante, el Gipuzkoa Basket tuvo la templanza acercarse al marcador antes de encarar el último periodo (51-61). Un triple de Doyle en el inicio de los últimos minutos fue la antesala de otro gran parcial de los univeristarios (9-0) para dejar visto para sentencia su primera victoria lejos de casa. Los de Juárez tan solo cometieron dos pérdidas en toda la segunda parte, lo que les ayudó a controlar su colchón junto a su superioridad física con un colosal Kloof (67-81).