Álvaro Quejeiro (A Coruña, 1993) ha podido salir de un agujero en el que una lesión a los treinta minutos de abrirse la competición oficial lo metió. El futbolista se rompió el quinto metatarsiano de su pie derecho, percance que le obligó a pasar por el quirófano. Transcurridos 104 días después de aquella lesión, el jugador ha logrado recuperarse totalmente del problema en su pie y pensar solo en la hora y el día en el que se pondrá las botas para saltar al campo con la camiseta de su equipo. «Estoy en mi mejor momento, sin dolor. Me falta quizás coger algo de ritmo. En poco tiempo creo que puedo estar jugando».

Queijeiro ha tenido entre la operación y el momento de formar parte de la dinámica de trabajo del equipo algún momento de bajón, como cuando empezó a tener alguna complicación añadida en esta recuperación de su dedo, una nube negra que pasó y que no ha vuelto.

«Lo he pasado mal», explicaba el futbolisa en una rueda de prensa que no daba desde este verano, cuando fue presentado. «Fue el primer partido de liga y llegaba al equipo con mucha ilusión y mucha confianza tras la pretemporada», pero todo se fundió en negro con la lesión y con las especulaciones de si se quedaría o no sin ficha tras conocerse el alcance de la lesión. «Solo pensé en recuperarme lo antes posible», y añade que se siente en deuda con el club «porque me haya mantenido la ficha y por la confianza que han demostrado en mi desde el principio. Se valoró todo porque era una lesión compleja y latosa», añadía el centrocampista albinegro.

Dice Queijeiro que prefiere no obsesionarse con el momento de volver a jugar. El técnico ya le ha aconsejado que vaya a su ritmo, sin prisa «para que me recupere bien».

«No tengo plazos para volver. No hay nada para cuantificar la vuelta que sea exacto. Todo dependerá de cómo me vea yo y cómo lo vea el entrenador», añade el centrocampista cartagenerista, quien reconoce que ahora le espera una puesta a punto básica para alcanzar el nivel del resto.

Eso sí, sabe que no lo va a poner nadie fácil para que retome la titularidad. «Sé que va a costar trabajo -su vuelta al once- porque hay un gran nivel en esta plantilla, pero es igual de difícil tener un hueco, estés o no lesionado».

Es consciente de la versatilidad que ha demostrado este equipo con las posibles variantes que pone en liza el propio Munúa, de ahí que conserve la esperanza de tener su oportunidad pronto. «Tenemos alternativas y variantes, porque el entrenador pone cada semana ciertas opciones, o diferentes piezas dependiendo del rival o del destino. En mi posición somos diferentes. Está Cordero, Vitolo o Julio Gracia que tenemos características muy distintas unos de otros».

Reconoce, de nuevo, que el nivel que está pudiendo ver en la competición «es muy alto. Al final va a estar muy igualado todo», por lo que entiende que la diferencia entre unos y otros rivales la podría aportar la calidad de las plantillas. «Nos veo a nosotros arriba por el nivel de los jugadores y por la plantilla sobre todo».