Tal y como lo definió el actual presidente del Real Murcia, José María Almela, el nuevo consejo de administración del club grana se había encontrado una institución que estaba «en la UCI» cuando 'heredaron' la entidad por parte de la familia Gálvez, y todo el empeño y el trabajo que ha puesto la nueva cúpula se ha visto reflejado en una ampliación de capital que ha sido un éxito con 1,2 millones recaudados y con una solidaridad que ha cruzado las fronteras de España con iniciativas como las de las pulseras solidarias, que le han reportado al club unos 50.000 euros en el último mes y medio. El único inconveniente de los nuevos dirigentes es que han conseguido, a pesar de poner toda la buena voluntad, tener a un club, a una afición y a una plantilla desquiciada, porque, a pesar de que todos los miembros de la directiva son profesionales contrastados en sus campos, nadie tiene la experiencia en el mundo del fútbol suficiente como para haber ido al problema principal. Unos jugadores que ya no saben a quién creerse ni a quién escuchar y que, por si fuera poco, siguen con tres nóminas pendientes además de haber recibido el mensaje de que los que no estén dispuestos a realizar un esfuerzo bajándose el sueldo se pueden ir buscando el futuro para el próximo mercado de invierno.

El pasado jueves, el propio presidente anunció en rueda de prensa que habían entrado unos ingresos por publicidad que se iban a emplear de forma directa en ingresar otra nómina «en bereve» a una plantilla que sigue desquiciada y muy molesta. Además de que en estas jornadas ya se han producido los primeros encontronazos entre algunos jugadores y el técnico, un Manolo Herrero que el domingo le mandó un mensaje alto y claro a sus jugadores al explicar que «algunos tenemos que reflexionar sobre si estamos preparados para la exigencia de un club como el Murcia».

El encontronazo en el duelo ante el UCAM de Herrero con David Forniés cuando el lateral fue sustituido y que Dani Aquino haya dicho públicamente que contra los universitarios no estaba lesionado cuando se quedó fuera de la lista por este motivo, según el club y el propio técnico, son motivos para saber que existe una fractura en la que se hace imprescindible la figura de un director deportivo, un especialista que en lugar de hablar de números sea capaz de hablar de fútbol.

La historia reciente de este club ha puesto de relieve que la paciencia con los entrenadores se ha ido estrechando de manera considerable. De hecho, nadie en el actual consejo, al margen de opiniones, se atreve a liderar ninguna decisión que puede ser crucial, como podría ser un cambio de técnico. En la entidad grana gusta mucho el nombre del exjugador Óscar Sánchez, aunque todavía no hay nadie encargado concretamente de una parcela que, digan lo que digan es clave porque el Murcia necesita ascender a Segunda para garantizarse su superviviencia.

Actualmente, si en el apartado deportivo hay lío, en el institucional no es para menos, ya que la invitación aceptada para salir del consejo por parte de Enrique López y Stefan Settels dejan bien a las claras que detrás de todo este engranaje solo se vislumbra la figura del notario Francisco Tornel, quien ha aportado 200.000 euros en la ampliación de capital convirtiéndose en máximo accionista del club, aunque con el frente abierto de que las máximas autoridades deportivas como el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) mantienen que el dueño legítimo del Murcia es el mexicano Mauricio García de la Vega.

El dinero de la ampliación no se puede tocar hasta finales de diciembre en el mejor de los casos, tal y como confirmaron los nuevos dirigentes, y por si fuera poco, en el mes de febrero la magistrada María Dolores de las Heras ha citado al club grana y al empresario norteamericano para tratar de alcanzar un acuerdo en los juzgados que se antoja difícil. Aunque los nuevos dirigentes del club sean murcianistas contrastados, aunque quieran darle viabilidad a una empresa que se sostiene solo por su masa social y aunque quieran cambiar el modelo de trabajo que se ha llevado a cabo en Nueva Condomina, si el equipo no endereza el rumbo en lo deportivo, los problemas van a aumentar de manera considerable.