El presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, confirmó este jueves que el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, entre River Plate y Boca Juniors, se jugará en el en el estadio Santiago Bernabéu el domingo 9 de diciembre.

El máximo organismo rector del fútbol sudamericano puso fin así a días de incertidumbre, respecto a un duelo suspendido la semana pasada por incidentes violentos en Buenos Aires. Esta semana, la propia CONMEBOL había dicho que ese River-Boca se jugaría fuera de Argentina por falta de garantías para la seguridad, pero sin especificar la ciudad.

"La elección de la administración es que este partido se va a disputar con ambas hinchadas en la ciudad de Madrid, en el estadio Santiago Bernabéu (...) el domingo 9 a las 20:30 (hora local)", dijo el jueves Alejandro Domínguez, en una conferencia de prensa en las afueras de Asunción (Paraguay).

La Conmebol sanciona al River Plate

El Tribunal de Disciplina de la Conmebol castigó además al River Plate con dos partidos a puerta cerrada a partir del 2019 y el pago de una multa de 400.000 dólares. Además del fallo para este club, emitió uno para Boca Juniors, en el que no dio lugar a lo solicitado por el club xeneize.

La sanción a River, que no entrará en vigor hasta 2019, sólo permitirá que entren a la cancha un máximo de 70 miembros de River, que incluye a jugadores, cuerpo técnico y personal médico, además de oficiales y directivos del Club.

A ellos podrán unirse 20 directivos, como máximo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y periodistas acreditados.

A eso se suma una multa de 400.000 dólares de sanción, que se descontarán de los montos que reciba por derechos de televisión.

River tendrá ahora un plazo de siete días para presentar un recurso ante la Cámara de Apelaciones, si lo quisiera.

Por su parte, el mismo Tribunal no hizo lugar a la petición de Boca Juniors, en la que pedía a la Conmebol no jugar el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores.

Al igual que en el caso del fallo de River, Boca también podrá recurrir en los próximos siete días.

El presidente del club, Daniel Angelici, prometió agotar todas las vías dentro de la Conmebol e incluso recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).

El partido de la final de la Copa Libertadores debió jugarse el sábado pasado pero un ataque violento de fanáticos al autobús que llevaba a los jugadores de Boca al estadio Monumental provocó en principio el aplazamiento del partido para el domingo, y luego la negativa de los visitantes a jugar más, incluso su pedido para ser proclamados campeones en los despachos.