La intranquilidad sigue instalada en el vestuario del Real Murcia. Si con la marcha de Víctor Gálvez, los jugadores granas decidieron dar un voto de confianza a los nuevos gestores del club, en los últimos días la desconfianza ha vuelto a la primera línea. A los impagos de las nóminas, que continúan sin solucionarse, se unen ahora los mensajes que desde la Plataforma están trasladando a los integrantes de la plantilla. Varias personas de la PARMU se han reunido con ellos para comunicarles que sus sueldos son inasumibles para la entidad y que tienen las puertas abiertas para marcharse, y es que el objetivo de Francisco Tornel, que ha tomado el control del club incluso antes de que se oficialicen los datos completos de la ampliación de capital y de que se conozca cuál es realmente su porcentaje dentro del accionariado, es llevar a cabo una reestructuración importante dentro del vestuario grana, al considerar que es inviable para el club continuar con los sueldos firmados por Víctor Gálvez y Toni Hernández.

Los integrantes de la plantilla entrenada por Manolo Herrero recibieron la visita de varios representantes de la Plataforma a quienes ni conocen, ya que no tienen ningún cargo dentro del club ni dentro del vestuario saben en nombre de quién hablan. Todo ello ha generado cierto malestar entre los jugadores, tal y como algunos de ellos han explicado a gente de su confianza. El objetivo de los interlocutores de Francisco Tornel es que los futbolistas acepten una rebaja de sus salarios si quieren continuar formando parte de la estructura murcianista, de lo contrario ya les han avisado de que tienen las puertas abiertas para marcharse, eso sí sin recibir ni un euro de lo que tienen firmado.

El modo de operar del club, cuando todavía queda un mes para la apertura del mercado de fichajes y cuando la plantilla vive una situación más que complicada por los impagos, no ha sentado bien a algunos jugadores de un vestuario que está teniendo paciencia a la espera de que se solucionen las cosas. Las divisiones dentro de la PARMU tampoco ayudan, y es que los futbolistas ya no saben ni quién manda dentro de las oficinas ni quiénes son los interlocutores válidos. Si desde la salida de Gálvez había sido Xavi Juliá el que más o menos se había encargado de hablar con la plantilla para pedir tranquilidad y confianza, en los últimos días todo ha cambiado. De hecho, el técnico del Huércal-Overa ya ha anunciado su salida de la Plataforma al no estar de acuerdo con la forma de actuar de Francisco Tornel y su gente de confianza.

Al trasiego de gente de un sector de la PARMU que ha ganado poder dentro de las oficinas del Real Murcia y que no solo ha generado desconfianza entre otros miembros de la Plataforma sino también dentro del vestuario hay que unir que los impagos a los jugadores siguen sin resolverse. Aunque la plantilla quiere transmitir tranquilidad en ese aspecto, desde la llegada del nuevo consejo de administración solo han cobrado, tal y como el propio club hizo oficial, media mensualidad correspondiente a agosto.

A los problemas extradeportivos también se ha sumado en las últimas semanas la crisis de resultados que vive el equipo. Con una victoria en ocho jornadas, los de Manolo Herrero se han alejado a seis puntos de la zona de play off. Además, ven como el liderato está ya a catorce puntos. En los dos últimos partidos, frente al Cartagena en Nueva Condomina y al UCAM en La Condomina, se firmaron sendas derrotas.