Gabriel Torregrosa, vicepresidente del Real Murcia, anunciaba el pasado mes de julio que había adquirido parte de la deuda que el club grana tiene con las empresas de Jesús Samper. En total, el abogado murciano se hacía con 4,5 millones de euros con el objetivo de amortizarlo en un futuro, quitando una carga a la enorme losa que lleva a las espaldas la entidad.

El actual consejero grana propone ahora que en la próxima ampliación de capital que apruebe la entidad se incluya una cuarta fase en la que se pueda cambiar deuda con acciones. De esta forma, "además de reducir la deuda y evitar un coste fiscal, se añadiría una ventaja adicional importantísima: el aumento de capital social del Real Murcia en la misma cuantía, y por tanto la mejora de los ratios contables y financieros exigidos por la Liga de cara al futuro", indica Torregrosa en un comunicado.

Con esta medida el abogado no pretende favorecerse a sí mismo y convertirse en accionista mayoritario. En la misma nota que ha emitido esta noche, Torregrosa indica que manifiesta su "compromiso de transmitir, tanto a aquellos que han acudido a esta última ampliación como a aquellos que acudan a la próxima, la parte de deuda suficiente para que puedan convertirla ellos personalmente". "En este sentido, si un accionista al llegar a esta fase de la futura ampliación de capital tuviera un % de capital social, se le entregaría el mismo % de deuda, al mismo precio proporcional por el que se adquirió". También indica en su comunicado que "la deuda no solicitada por los señalados, se tiene intención por mi parte de convertir siempre menos porcentaje del que tenga el máximo accionista, en una clara intención de no intentar controlar el Real Murcia y de seguir con el proceso de devolución del club a sus socios".