Si alguien pensaba que Gustavo Munúa, entrenador del Cartagena, iba a llegar a sala de prensa con un mensaje de euforia tras la goleada al Ibiza -segunda hazaña del equipo después de vencer en la Nueva Condomina-, o con un discurso surrealista sobre objetivos mayores y lejanos, se equivocaba.

Pies en el suelo porque todavía el Cartagena no ha conseguido nada. Esa es la línea que siguió el de Montevideo. «Es verdad que el marcador ha sido abultado. También lo es que el equipo hizo muy buen partido, pero no fue fácil. El resultado puede parecer que hemos jugado contra un rival que no es importante en la categoría, pero se han encontrado con un equipo serio, ambicioso, con una identidad clara. Todavía nos queda un largo camino», aseguraba el preparador albinegro.

Y es que, lo que más destacaba el uruguayo de los suyos era que «a pesar de lo abultado del marcador, el equipo siguió esforzándose, trabajando hasta el último minuto. Eso habla de la madurez de los jugadores. Estamos confiados en lo que queremos. Sabemos que estamos más cerca de las victorias y los jugadores se sienten más cómodos. Vuelvo a decir que no llevamos ni la mitad del campeonato. Queda todavía muchísimo torneo».

Evidentemente, la intención del entrenador del Cartagena era contextualizar esta victoria, dejar claro que son tres puntos más, en un excelente partido de los suyos, pero que la vida sigue y que, en la próxima jornada, no se puede relajar la plantilla. «No nos podemos despistar. Sé que con la ilusión que hay en el vestuario, eso no va a suceder pero tenemos que estar atentos», alertaba Munúa.

No quiere relajación un entrenador que vino a imprimir más intensidad a una plantilla llena de jugadores talentosos. Por eso, incansablemente, el uruguayo repetía, en cada respuesta, el mensaje que había ido a exponer. «Vamos a tener partidos mucho más trabados. Sabemos que la Segunda División B es una categoría muy complicada, de muchísima igualdad. Pero es cierto que hoy hay que felicitar a un plantel que ha tenido una muy buena actuación sobre el terreno de juego», exponía el técnico.

Durante la semana, jugadores y entrenador ya habían avisado del peligro del Ibiza a la contra. «Queríamos plantear un partido donde ellos tuvieran que contrarrestar. Creo que manejamos muy bien el balón. Interpretamos muy bien el juego en las diferentes fases del partido. El equipo confía en la manera de jugar», explicaba Munúa.

El Cartagena suma ya ocho victorias y un empate en los últimos diez partidos. La racha está siendo la mejor del año. La próxima visita, a El Ejido.