La pelea que protagonizaron en las gradas padres de los jugadores de los equipos infantiles del Beniaján y la ADM Lorquí el pasado sábado ha provocado que la Federación de Fútbol de la Región de Murcia haya dado traslado del caso a la Fiscalía, además de instar a los dos clubes a prohibir el acceso a sus instalaciones a los protagonistas de la trifulca, cuyas imágenes fueron grabadas por un aficionado y difundidas a través de las redes sociales. Los hechos, pese a que no fueron recogidos en el acta arbitral por producirse cuando ya había concluido el encuentro, también serán analizados por los comités de Competición y Antiviolencia por considerarlos "muy graves", según ha explicado el asesor jurídico de la Federación, Salvador Rincón.

En una reunión celebrada en la sede de la Territorial a la que han acudido responsables de los clubes, desde el ente se ha instado a los dirigentes del Beniaján y el Lorquí a que "abran expedientes internos para depurar responsabilidades de las personas que intervinieron, que fueron de las dos aficiones", además de pedirles que a las mismas, que "están identificadas", se les prohíba el acceso a los terrores de juego. Además la Federación ha informado que ha dado traslado "a la Fiscalía de los hechos, como recoge el artículo 73 de nuestros estatutos, ya que pueden ser constitutivos de infracción penal". "La finalidad es que estas personas no vuelvan a entrar en un campo de fútbol y nuestros estatutos recogen esa posibilidad", ha puntualizado Rincón, quien también ha señalado que "hay denuncia de uno de los implicados contra otro", por lo que también se espera "una solución judicial" al caso.

Rincón ha asegurado que "los clubes han mostrado una predisposición total para que esas personas no vuelvan a pisar las instalaciones deportivas", haciendo hincapié también en que "los hijos no tienen culpa" y que no son precisamente ellos, que "son infantiles y tienen entre 12 y 13 años de edad", los que "deben pagar". Además, la propia Delegación del Gobierno actúa de oficio en casos tan graves como el vivido en el campo Los Marques, donde en presencia de sus hijos -algunos de ellos, ante las imágenes, rompieron a llorar-, un grupo de padres comenzaron a golpearse en un sector de la grada pese a los intentos de otro grupo de separarlos. Testigos presenciales aseguraron que la pelea se desencadenó cuando la madre de un jugador, con el partido ya concluido, recriminó una acción ocurrida durante el mismo a otra, generando una discusión a la que se unieron sus parejas. De las palabras se pasó a los puñetazos, empujones y patadas, todo ello en presencia de los niños que instantes antes habían concluido el partido.

De igual modo, también se espera que la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte imponga duras sanciones económicas a los participantes en la trifulca.