Andrés Palop, entrenador del UD Ibiza, aseguraba que ha sido una derrota dolorosa. Lo dice alguien que, como futbolista, disputó más de 400 partidos en la élite.

«En Cartagena puedes perder, pero no de esta manera. Ha sido una de las derrotas más duras de mi carrera como entrenador y como jugador», afirmaba el que fuera guardamenta de Sevilla o Valencia, entre otros equipos.

Palop aseguraba que el resultado se daba porque «ha habido mucho mérito del Cartagena. Ha sido un equipo muy competitivo y muy bien trabajado. Ha tenido mentalidad de equipo grande».

Y el detalle ha estado que, tras el encuentro, el vestuario del Ibiza parecía un cementerio. Ni un ruido. Nada de gritos. Los jugadores recibían la visita de Amadeo Salvo, presidente de la entidad celeste. «Nos hemos mirado a la cara y, solo viéndonos, sabemos que no ha sido nuestro día y lo asumimos. En caliente, es complicado decir las cosas a la cara», decía el valenciano.

El Ibiza cosechaba la segunda derrota consecutiva.