El discurso de Manolo Herrero viene repitiéndose durante algunas semanas. Los malos resultados han ido poco a poco provocando que el responsable del banquillo grana tenga que repetir por activa y por pasiva que «nos cuesta un mundo hacer goles y así es difícil conseguir victorias». «Cuando nos han empatado hemos perdido el rumbo y nuestro sitio y ya al remontar el partido no hemos sabido jugarlo y ellos sí han hecho lo necesario para llevarse los tres puntos», explicó ayer el jefe del banquillo grana tras la dura derrota ante el eterno rival y justo en el momento en el que su figura ha comenzado a despertar las primeras dudas.

«Enfrente teníamos un buen equipo y además lo sabíamos bien. Con la acumulación del cansancio cada vez te cuesta un poco más, pero lo más triste es que podíamos habernos puesto 2-0 de manera tranquila antes del descanso y no hemos aprovechado nuestras ocasiones. Al final pierdes los partidos si no somos capaces de hacer goles, algo para lo que nos cuesta un mundo, añadió un entrenador que ayer apostó por algunas variaciones tácticas como confiarle la delantera a Dani Aquino, aunque el derbi no fue el mejor escenario para ver algunas de las pruebas de Manolo Herrero.

El Murcia de ayer saltó al campo con tres centrocampistas cuando lo que viene siendo habitual para Herrero es que utilice a dos. «Sabíamos que el Cartagena tiene y actúa con muchos jugadores por dentro y queríamos desactivar este peligro como lo conseguimos en la primera mitad. También necesitamos mucho que los jugadores de segunda línea nos ayuden a aumentar la faceta goleadora, porque así va a ser complicado poder enlazar varias victorias».

Herrero se ha mantenido fiel a una idea y un estilo que le ha funcionado en el arranque liguero, pero el hecho de que el conjunto grana solo lleve una victoria en las últimas siete jornadas son números que preocupan al entrenador y a una directiva que asume que sin ascenso, todo el trabajo puede caer en saco roto.