Real Murcia y FC Cartagena se ven las caras por vez primera esta temporada el domingo a partir de las cinco de la tarde en Nueva Condomina. El camino, consumido casi el primer tercio de la competición liguera, ha sido antagónico entre granas y albinegros.

Nadie quiere atribuirse el papel de favorito, pero los números dicen que el conjunto entrenado por Gustavo Munúa llegará al feudo grana en su mejor momento de la competición, tras haber alcanzado el play off por vez primera esta campaña, mientras que los de Manolo Herrero tratan de frenar este descarrilamiento que padecen desde hace poco más de mes y medio, en el que sus estadísticas han ido a peor semana tras semana.

El Real Murcia ha perdido la chispa y la apuesta por el juego de las primeras jornadas. Recordemos que en las seis primeras semanas de competición consiguió meterse entre los tres primeros con los 12 puntos acumulados gracias a las tres victorias y tres empates conquistados. Con solo tres goles en contra recibidos en seis partidos, ofrecía una sensación de seguridad defensiva a prueba de bombas, además de sacar mucho rédito a los goles que anotaba -siete en total-.

Los meses de octubre y lo que va de noviembre han sido un auténtico suplicio para los hombres de Herrero, un entrenador que lleva dos jornadas haciendo cambios, pero no da con las teclas apropiadas para hacer sonar una melodía diferente.

En estas seis últimas jornadas ha marcado dos goles -344 minutos sin anotar un tanto- y ha pasado de estar a un punto del líder, a caer a la séptima posición, a nueve puntos ahora del primer clasificado, que es el UCAM Murcia. La delantera anda cabizbaja, muy tocada. Víctor Curto fue baja ante el Don Benito y Chumbi está cogiendo poco a poco el ritmo. Dani Aquino llegó este verano a Murcia como la gran apuesta de la extinta directiva y como la estrella del bloque murcianista, pero solo deja detalles. Llegó para marcar diferencias pero solo ha conseguido dos goles. Solo Manel Martínez está respondiendo a las expectativas.

Hay que tener en cuenta, para poder explicar en parte lo que le está sucediendo al Real Murcia en materia deportiva, que este declive coincide en el tiempo con que los futbolistas llevan desde comienzos de octubre reclamando lo que se les debe. No han cobrado ni una nómina. Les adeudan tres mensualidades, lo que les ha hecho denunciar la situación y reconocer que no están lo suficientemente centrados. La carga moral que supone la situación tan grotesca que vienen viviendo, empieza a pesar en las botas de los jugadores granas.

Llegan a Nueva Condomina este domingo con un bagaje en casa de tres empates, dos victorias y una derrota -la última jugada en casa-.

El Fútbol Club Cartagena ha encontrado, a base de paciencia, lo que buscaba: encaramarse a las primeras posiciones en la clasificación del Grupo IV. Al contrario de lo que le ha sucedido a su eterno enemigo, el equipo cartagenero no tiene nada que ver con aquel que en la cuarta jornada ocupaba el decimoctavo lugar en la clasificación, fruto de un desastroso bagaje de dos derrotas y dos empates. En ocho jornadas ha recuperado el tiempo perdido gracias a dos pilares fundamentales: control del juego y goles.

En las últimas seis jornadas, para hacer una comparativa similar a la del Real Murcia, ha ganado cuatro partidos, empatado uno y perdido otro. Ha recibido tres goles en esta fase y ha logrado ocho tantos.

El equipo capitaneado por el entrenador uruguayo se basa en la solvencia que le ofrece el banquillo y empieza a encajar en su engranaje a todas las piezas, a pesar de que el equipo tenga hasta 17 caras nuevas. Ha rotado a la mayor parte de los jugadores en este tercio de la competición y han visto portería hasta nueve jugadores diferentes.

Nada se puede decir del aspecto institucional, porque la estabilidad es la norma. En ese sentido, nada puede afectar el entorno al plantel.

Los albinegros llegarán a Nueva Condomina invictos a domicilio. Han ganado tres partidos y empatado tres lejos de casa.

El derbi llega con unos precedentes de color blanquinegro, pero nadie es capaz de dictar el resultado.