Menos de un mes después de su nacimiento, la Plataforma de Apoyo al Real Murcia ya tiene en sus manos el control de la entidad grana. Desde la tarde de ayer, cinco nuevas caras intentarán corregir los desmanes de Víctor Gálvez y devolver la normalidad institucional a la entidad murcianista. Ninguno de ellos es el accionista mayoritario. Ninguno de ellos ha comprado las acciones suficientes para desbancar a Mauricio García de la Vega. Sin embargo, mientras que al mexicano le sigue estando prohibido ocupar su despacho en Nueva Condomina, José María Almela, Gabriel Torregrosa, Enrique López, Stefan Settels e Higinio Pérez son oficialmente nuevos consejeros del Real Murcia.

El primero de ellos, director del Hospital Lorenzo Guirao de Cieza, ocupará el cargo de presidente. Su nombramiento fue la gran sorpresa de una tarde donde más o menos todo estaba más que claro. Con Víctor Gálvez sin poder mantenerse ni un minuto más en las oficinas de Nueva Condomina y con la Plataforma dispuesta a hacerle el juego para que De la Vega no regrese a la entidad, el traspaso de poderes se cerró en apenas unos minutos.

Aunque, pese a que hace una semana los integrantes de la PARM aceptaron a Francisco Tornel como presidente, en las últimas horas todo cambió, hasta el punto de que el notario murciano se quedó fuera del equipo de consejeros. No es la primera vez que da la espantada. Cada vez que llega la hora de la verdad, que tiene que enseñar la patita, como le ocurrió con Jesús Samper o posteriormente en la ampliación de capital impulsada por Martínez Abarca, Tornel desaparece de la escena.

Ayer, tanto él como los integrantes del nuevo consejo desmintieron que Tornel hubiese sido designado como presidente, aunque en la reunión 28 de octubre, el notario, con el visto bueno de todos cogía ese guante y aceptaba ponerse al frente del consejo. Ahora, como afirmó tras abandonar Nueva Condomina antes de tiempo y sin acompañar a sus 'socios' de Plataforma en su rueda de prensa de presentación, indicaba que su tarea será encontrar inversores para la ampliación de capital.

Ese proceso, que está en su segunda fase, es la gran baza de los actuales consejeros, que desde el primer momento dejaron claro que su estancia en Nueva Condomina es provisional. «Nuestra misión es supervisar la ampliación para ayudar al Real Murcia», decía Almela, nuevo presidente. Insistiendo en que Mauricio García de la Vega no ha impugnado el proceso, el nuevo equipo de trabajo del club grana confía en que alguien ponga el suficiente dinero para ser dueño de la entidad y así acabar con la batalla por la propiedad entre Raúl Moro y el mexicano. Sobre si inscribirán a Mauricio García, explicaron que no tienen información sobre las sentencias del TAS y el CSD, por lo que pedirán la documentación a las partes para ver si lo que defiende el azteca es real.

Pidiendo unos días de margen, la prioridad ahora es pagar a los jugadores y a los empleados. «Nuestra intención es pagar lo antes posible», decía Gabriel Torregrosa, aunque el consejo también tendrá que supervisar la gestión de Víctor Gálvez y decidir si denunciará todos los desmanes cometidos por el oriolano, que ya es historia en Nueva Condomina. «Acaban de darme los papeles», indicaba Settels al referirse a las cuentas, reflejando sorpresa en su cara, y es que según dejaron entrever prácticamente la contabilidad es cero. También es cero el dinero que hay en caja. «En las cuentas del club no hay nada de dinero», continuaba Settels, quien también afirmaba que «según los papeles que nos han dado, el club debe dinero a Gálvez». Una vez estudiadas todas las cuentas, el consejo deberá decidir si demanda al oriolano por administración desleal, y es que nadie sabe dónde ha ido a parar el millón de euros que se recaudó durante la campaña de abonados. «Que el dinero de los abonos no esté en el Murcia es un dolor. No puede ser que algo sea tan importante para el club esté más de una semana sin detectarse», añadía Higinio Pérez. Enrique López también avanzó que la entidad tiene un contrato firmado con Puro Fútbol Consulting, mercantil gestionada por Toni Hernández y a la que se ha estado desviando dinero. «Tenemos que evaluar el contrato para ver qué contraprestación tiene el Real Murcia», comentaba el representante de los Accionistas Minoritarios.