La actividad en el Real Murcia no para. Si ayer se firmó la salida de Víctor Gálvez y la llegada de un consejo de administración presidido por José María Almela, en el día de hoy ha vuelto al primer plano Mauricio García de la Vega. El mexicano, al que no se le sigue sin permitir ejercer como dueño pese a la huída del oriolano, ha acudido a Nueva Condomina para reclamar a los nuevos gestores que le inscriban como máximo accionista en el libro de socios del club, acabando así con la batalla por la propiedad iniciada en el mes de marzo.

García de la Vega se ha presentado en las oficinas de la entidad junto a un notario. A su salida indicaba que está seguro que el consejo "cumplirá con su cometido y restablecerá la legalidad". "Hasta que no esté yo presidiendo el consejo de administración, el conflicto continuará", indicaba. Sobre la posibilidad de trabajar junto al nuevo consejo dijo que "todo lo que sea bueno para el Murcia, estoy abierto".

La visita de Mauricio García a las oficinas de Nueva Condomina se produce solo unas horas después de que José María Almela fuese nombrado presidente de un nuevo consejo de administración, confeccionado tras la dimisión de Víctor Gálvez. En la rueda de prensa en la que se presentaban los nuevos gestores granas pidieron al mexicano que presentase los documentos del TAS y el CSD que le acreditan como dueño para estudiarlos y decidir si le inscriben o no.

Ahora mismo, el Real Murcia continúa con el secuestro que se inició en marzo, y es que el nuevo consejo de administración, olvidándose que el club es una Sociedad Anónima Deportiva, ha llegado al poder sin contar con el beneplácito del dueño. Sus nombramientos han sido idénticos a cuando Gálvez se instaló en NC aprovechando el golpe de estado dado por Deseado Flores y Miguel Martínez.