Los dirigentes del FC Cartagena han demostrado en los tres años y medio que llevan al frente de la entidad que la paciencia a la hora de tomar las decisiones puede ser el mejor aliado. Les costó mucho decidir, en su primer año en el club, destituir a Víctor Fernández cuando el equipo caminaba más cerca del descenso y no era capaz de cumplir mínimamente las expectativas. Con Alberto Monteagudo reiteraron siempre su confianza en el preparador albaceteño y fue el desgaste tras un final de temporada trágico lo que hizo que el de Valdeganga se marchara.

Las premuras por el ascenso a Segunda provocan que la entidad tenga más presión cuando llegan los tropiezos como los que ha padecido el equipo en el arranque de la temporada. El preparador pidió paciencia a los espectadores, pero en el seno de la entidad no parece que le hubieran puesto en un brete, al menos de cara al público. Analizaron con Munúa la situación y les convencieron sus explicaciones.

Es por eso por lo que el director general del club, Manolo Sánchez Breis, afirma que si bien el plantel tiene mucho margen de mejora, el camino que ha experimentado en los casi tres meses de competición les hace albergar muchas esperanzas. «Aún no hemos alcanzado nuestro verdadero potencial, pero desde agosto a ahora el equipo ha crecido de una forma que nos permite ser ambiciosos y estar ilusionados con lo que nos deparará el futuro», añade el dirigente en declaraciones realizadas a esta redacción.

El pasado domingo explicaba que si bien habían llegado a firmar a un grupo de jugadores que, individualmente, habían demostrado una calidad fuera de toda duda, en las últimas jornadas Munúa empezaba a conseguir que la plantilla empiece a funcionar como un equipo. «Estoy muy satisfecho con el nivel de profesionalidad tanto del entrenador y del resto del cuerpo técnico, como de todos y cada uno de los jugadores de la plantilla», dice Sánchez Breis.

El propio Munúa advertía en una de sus últimas comparecencias que el fútbol les había castigado demasiado al comienzo de la temporada y que lo normal es que hubieran llegado a sumar algunos puntos más de los que en estos momentos acumulan. El director general es de la misma opinión. «Creo que vamos evolucionando de manera importante con el paso de las semanas. Lástima que en el camino se hayan quedado algunos puntos, como los de este fin de semana, que lo normal es que estuvieran en nuestro casillero».

El FC Cartagena es durante las últimas siete jornadas, el segundo mejor equipo en puntuación de los veinte que están inmersos en el Grupo IV, gracias a los cinco triunfos y un empate que ha logrado cosechar. Pero el déficit que arrastraba de las cuatro anteriores -dos puntos de doce posibles-, le han hecho imposible acercarse más a los que están arriba. Y es que San Fernando -17 puntos en este mismo periodo-, UCAM Murcia -16 puntos- y Melilla -14 puntos-, se mantienen firmes arriba.

Es por eso, por lo que Sánchez Breis insiste en que «sabemos q tenemos que seguir dando el máximo, ya que hay equipos como UCAM, Melilla o San Fernando que están poniendo un listón muy alto y exigente».

El césped, aliado o enemigo

Por otro lado, Sánchez Breis explicó que el mal estado del césped que han encontrado en determinados campos -Jumilla, Don Benito o Villanovense- supone un hándicap para equipos como el suyo, que quieren jugar al fútbol. Munúa, por su parte, se quejó del estado del césped en Villanueva y Breis indicaba que «nosotros somos un equipo que intenta jugar la pelota, sacarla desde atrás. No abusamos del pelotazo y para esa idea hemos conformado una plantilla. Para esta forma de entender el fútbol es importante que el terreno de juego esté en las mejores condiciones».

No quiere que esta queja pueda ocultar un mal día o un mal resultado de su equipo. «Nunca utilizaremos el césped como excusa para justificar un mal resultado, aunque pueda influir. Sabemos en la categoría que estamos y si queremos alcanzar el éxito debemos saber adaptarnos a cualquier superficie o inconveniente que nos podamos encontrar».

No obstante, el Cartagena sigue sin perder a domicilio -tres empates y tres victorias-, a pesar de las adversidades.