La presión de la plantilla y de la afición, que se escenificó ayer con más contundencia, ha dejado a Víctor Gálvez sin salida. El oriolano, salvo otro cambio repentino de opinión como pasó hace una semana, dimitirá en las próximas horas tras vivirse ayer en Nueva Condomina un nuevo episodio triste en la historia del Real Murcia. De nuevo entrará en escena la Plataforma de Apoyo recientemente creada y el notario Francisco Tornel, quien todo apunta a que se convertirá en la cabeza visible, algo que ya estaba previsto cuando hace una semana Gálvez decidió marcharse. Según fuentes cercanas al presidente del Real Murcia, en esta ocasión no habrá vuelta atrás y hoy mismo se producirá el fin de su etapa. Tanto el oriolano como sus cuatro consejeros dejarán sus cargos y su lugar será ocupado por un nuevo consejo que entrará en el club a través de una fórmula conocida como cooptación. Estos cargos serán provisionales hasta que sean aprobados en una junta de accionistas.

La escena que se produjo ayer en la sala de prensa de Nueva Condomina llevó a muchos aficionados (pincha aquí para ver las protestas previas al partido) a recordar la tormentosa crisis de los años noventa que terminó con el conjunto grana en Tercera División tras una temporada en la que no faltaron ni los encierros de los jugadores en el viejo estadio de la Puerta de Orihuela ni los impagos, una mecha que ayer terminó de prenderse y que nadie sabe hasta dónde alcanzarán sus llamas (pincha aquí para ver las fotos del encuentro y de la rueda de prensa posterior).

Tras realizar su intervención el entrenador visitante, todo el mundo esperaba a Manolo Herrero para hablar de la derrota, pero los teléfonos móviles empezaron a echar humo y es que los jugadores y el cuerpo técnico de la primera plantilla grana, tras una nueva promesa incumplida, quisieron denunciar de manera pública la triste situación que están viviendo bajo la presidencia del oriolano Víctor Gálvez, quien ayer prometió a los jugadores que iban a cobrar antes del partido y que, al volver a mentir, desató la ira de todo el vestuario. Y esta vez parece que van muy en serio.

El defensa británico Charlie Dean, el futbolista que habló en nombre de todo el vestuario, se descargó sin miedo después de unas semanas en las que «no han parado de mentirnos y de jugar con nuestro futuro». El exjugador del Granada no se escondió y sobre los actuales dirigentes del club soltó lo que muchos pensaban, pero que pocos se han atrevido a decir de manera pública: «Esta gente solo sabe mentir. Ni Gálvez, ni Toni Hernández, ni Roberto ni el hijo del presidente. Son todos unos mentirosos que todas las semanas cuentan la misma historia. Cuanto antes se vayan del Murcia será mejor para todos».

Con las palabras de Dean se abre todavía más la brecha que existe este curso entre una directiva que confeccionó un equipo alardeando de «músculo financiero», pero en la que nadie dio ayer la cara delante de una afición que ahora mismo se siente engañada por unos consejeros que han llevado al Murcia actual a una situación límite.

El central, uno de los capitanes del equipo, aunque en este lugar Armando ocupó un segundo plano porque el guión requería alguien con más contundencia en su discurso, decidió terminar de soltar todo lo que llevan los jugadores dentro antes de terminar la comparecencia. «Esto se ha convertido en un cachondeo y los jefes no actúan como lo tienen que hacer, ya que solo nos hacen daño. Van con el discurso de que van a pagar, pero llevamos así semanas y antes del partido contra el Granada nos llaman para decir que no hagamos plante porque vamos a cobrar, pero es otra mentira», aseguró uno de los pesos pesados de la caseta grana.

«A nosotros nos da vergüenza ajena de todo lo que está pasando y sufrimos porque hay una afición detrás nuestra que viene a los partidos y entienden que es imposible tener la cabeza limpia en estas condiciones. Tenemos unos campos de entrenamiento que no están bien y lo sabemos todos los jugadores y estamos ya cansados de la palabra 'jurar', porque nos han prometido de todo y la única realidad es que todo es mentira. Todas las semanas la misma historia con los dirigentes actuales», explicó Charlie Dean sin necesidad de leer ningún comunicado, ya que el también exjugador del Elche, hablando en nombre de todo el vestuario, terminó por confirmar delante de la opinión pública que el Murcia actual es un polvorín que puede explotar en cualquier momento.

Antes de que hablara uno de los capitanes, el primero que abrió la lata fue Manolo Herrero, un entrenador que se caracteriza por una sinceridad poco frecuente en el mundo del fútbol y que agachó la mirada con un gesto muy característico suyo para explicar que «todos estamos sufriendo mucho y lo peor es que hay muchas cosas que no entiendo, ya que son nuestros jefes los que nos ponen piedras permanentemente para que no podamos trabajar bien y por mucho que lo intente no puedo entenderlo».

«Como en todo lo que haces en la vida, las cabezas de los jugadores tienen que estar centradas y despejadas para pensar solo en el fútbol, pero por desgracia nuestra situación no es así. Está claro que a título individual cada uno tomará su decisión, pero este vestuario está muy unido e iremos juntos con lo que decidamos», concluyó un Manolo Herrero que, a pesar del buen trabajo que lleva realizado desde su llegada, no se esperaba una situación tan desconcertante como la actual.