ElPozo protagonizó la gran sorpresa de la jornada y claudicó, contra todo pronóstico, por 2-3 ante un Segovia que llevaba al Palacio como colista, sin haber ganado ningún encuentro en liga, y que salió de Murcia con un botín (pincha aquí para ver las fotos del encuentro). El resultado, sorprendente sobre el papel pero no tanto según lo visto sobre la pista, supone que la escuadra murciana se quede tercera en liga a un punto de un Barça que es segundo y a cinco del Palma, líder de la liga.

El resultado es doloroso por dos motivos: por la imagen ofrecida, ausente del orgullo y la casta que estaban caracterizando a este equipo, y por el hecho de haber tenido en la mano la posibilidad de adelantar al Barcelona en la tabla y hacerse con la segunda posición en solitario y quedando, de paso, a dos puntos del Palma. O lo que es lo mismo, a una victoria sobre los baleares de conseguir comandar la competición.

En un encuentro de los ya calificados como partidos trampa, una que se hizo real, ElPozo saltó a la pista de forma alegre, con la intención de tomar el mando y certificar un triunfo que llevara el sello de su carácter. Contaba con la ausencia de Fer Drasler, Álex y Miguelín pero, a priori, las bajas no debían suponer problema alguno para una escuadra rebostante de quilates. Sin embargo, el Segovia no mostró miedo y, en la primera ocasión que tuvo, se puso por delante en el encuentro gracias a un gol de falta directa de Chus. Fue la primera sorpresa de un partido que sería, para los asistentes y la plantilla, un `Halloween´ fuera de fecha: un momento terrorífico.

Los locales, lejos de ponerse nerviosos, trataron de templarse y aumentar la presión y el ritmo paulatinamente, coger el balón para hacerlo suyo y embaucar al contrario hasta permitir que se abriese el camino que llevaba hasta el gol. Pero éste, lejos de llegar a su favor, rondaba su propia portería. El escenario visto hizo que Giustozzi tuviera que pedir tiempo muerto para buscar la reacción de los suyos, entregados a la ofensiva y olvidando la parte en que a uno le toca defender, y surtió efecto pues instantes después ElPozo lograría empatar obra de Marinovic. Y ahí se quedó anclado el luminoso en el capítulo de goles.

En el segundo acto, era obvio decir la importancia capital que suponía llevarse el duelo: por el rival, por la clasificación y por la imagen. No se lograría nada de esto. ElPozo salió con mayor movilidad pero siguió errando en tareas defensivas dejando descubierta la retaguardia ante un Segovia que, muy vivo, supo aprovechar al máximo.

Tras varias ocasiones locales y a la salida de un córner, el conjunto visitante montó una contra e hizo el segundo. El golpe, visto lo que acontecía sobre el parqué, fue más serio. ElPozo apretó y comenzó a disfrutar de sus mejores ocasiones logrando el empate merced a un tanto de Matteus. El gol parecía que iba a normalizar la situación y que sería el preludio de otro, y así fue salvo que ese tanto fue, nuevamente, del Segovia al transformar Buitre un penalti.

Entonces, llegaron las prisas y, con ellas, salieron a relucir la carencia de ideas y resolución en un choque en el que ElPozo estuvo irreconocible. Ni el portero jugador, muy estático, sirvió par derrumbar el muro segoviano en el Palacio y, con derrota, se cerró partido que supone un suspenso por sorpresa.