El Eibar logró sumar una victoria en el derbi frente al Alavés, entre dos equipos que plantearon un partido para ganar, y en el que hubo emoción, VAR, remontada y alternativas varias, en un choque especialmente bonito y entretenido.

Lo primero que llamó la atención fue el cambio de esquema de Mendilibar, que utilizó a un solo punta y a tres jugadores en la medular, probablemente para tratar de minimizar los errores defensivos que tan caros le han costado en las últimas semanas.

En el Alavés, la principal noticia fue la ausencia de Pacheco en la portería, y sorprendió también la titularidad de Dmitrovic en el EIbar, cuando parecía que aún no estaba recuperado.

Gracias al VAR, el Alavés hizo sangre muy pronto en la herida armera, al marcar el primero a los tres minutos de partido, merced a una falta lateral, rematada de cabeza por Manu García para desesperación de la parroquia guipuzcoana.

El Eibar seguía sin mejorar en defensa, y encajó gol en la primera oportunidad visitante.

Los armeros se llenaron de coraje, eso sí, y en los siguientes minutos agobiaron la portería vitoriana con centros y córners, pero sin acierto a la hora de rematar entre los palos.

El Eibar se hizo con el dominio del partido, pero su posesión volvía a ser infructuosa, al igual que en los últimos encuentros, aunque cierto es que logró meter a los de Abelardo prácticamente en su área durante esa fase del partido.

De todas formas, los locales daban la sensación de arriesgar mucho, con una defensa muy adelantaba que podía facilitar una contra visitante en cualquier momento, aunque no les quedaba otra opción con el marcador adverso.

EL VAR volvió a intervenir en el minuto 22, después de que Iglesias Villanueva pitase un penalti a favor del Eibar que resultó ser fuera del área, pero que acarreó la expulsión de Duarte por evitar una ocasión manifiesta de gol.

Orellana botó la falta con maestría a la cruceta, y a partir de ese momento empezaba otro partido, aunque el resultado seguía siendo favorable al equipo que se quedó en inferioridad numérica.

Borja Bastón fue el sacrificado por Abelardo para dar entrada a Vigaray con la idea de frenar las acometidas eibarresas.

El Alavés supo recolocarse en el campo en los siguientes minutos y, pese a que el Eibar seguía dominando, los babazorros continuaban sin sufrir demasiado.

Pese a todo, los problemas seguían para Abelardo, en este caso con la lesión de Tomás Pina, que tuvo que abandonar el terreno de juego antes del descanso, con lo que a los visitantes sólo les restaba un cambio para una hora de juego, algo que siempre merma las posibilidades y, probablemente, la idea inicial de cualquier técnico.

Mendilibar también movió ficha antes del descanso al dar entrada a Charles por Escalante, o lo que es lo mismo, fortaleciendo el ataque en perjuicio del centro del campo, como consecuencia de la ventaja en la superioridad numérica.

Pese a los once saques de esquina a favor del Eibar por ninguno del Alavés, a las circunstancias, a los 5 minutos de prolongación y al dominio armero, el equipo de Abelardo logró llegar al descanso con la ventaja que le otorgó el tanto al arranque del partido, y eso que el Eibar golpeó dos veces en el palo en los últimos instantes del primer acto.

La segunda parte arrancó tal y como acabó la primera, con dominio y llegadas armeras, pero con poca precisión en centros y remates.

Maripán seguía siendo un verdadero muro en la zaga alavesista, y el Eibar parecía desesperarse al no encontrar la forma de penetrar entre las líneas visitantes.

Pasaban los minutos, y los visitantes seguían demostrando el porqué de su situación clasificatoria, una actitud ejemplar, una defensa impenetrable y un saber leer los momentos del partido que le mantenían vivo ante el constante acoso de los de Mendilibar.

Una vez más, el VAR se convirtió en protagonista para hacer que Iglesias Villanueva expulsase a De Blassis por una entrada a destiempo y sin sentido en una jugada sin ningún peligro en el centro del campo.

Las fuerzas se igualaban y aún faltaba media hora para la conclusión, con ambos equipos con diez jugadores, en un partido de todo menos aburrido.

Y, curiosamente, cuando más en contra parecía la situación para el Eibar, Jordán recogió un pase de Cucurella en la frontal para lanzar un misil e igualar el marcador a falta de 25 minutos.

Las espadas volvían a estar en todo lo alto, pero parecía el Eibar el que llevaba la inercia positiva en el partido, aunque el Alavés tampoco se conformaba con la igualada en un derbi precioso para el espectador.

Eso sí, el Eibar era quien más lo buscaba, y con mucho ahínco, con un Rubén Peña sublime y un Cucurella que dio otro aire a la banda izquierda desde su entrada.

El Alavés no aparecía por la portería de Dmitrovic y, pese a igualar las fuerzas en número de jugadores, parecía conformarse con el empate en los últimos minutos.

Así, los armeros culminaron la remontada en el descuento, con un descomunal cabezazo de Diop que hizo temblar los cimientos de Ipurúa.

Ficha técnica:

Ficha técnica:Eibar: Dmitrovic; Rubén Peña, Arbilla, Paulo, Cote (Cucurella, min.65); Jordán, Diop, Escalante (Charles, min. 41); Orellana, Kike García (Enrich, min. 68), De Blassis.

Alavés: Sivera; Martín, Laguardia, Maripán, Duarte; Manu García, Tomás Pina (Brasanac, min 34), Jony (Sobrino, min. 76), Ibai; Borja Bastón (Vigaray, min. 28), Calleri.

Goles: 0-1, min. 3, Manu García. 1-1, min. 68, Jordán. 2-1, min 90, Diop

Árbitro: Iglesias Villanueva. Expulsó por roja directa a Duarte en el minuto 24, y a De Blassis en el minuto 63 y amonestó por los locales a Orellana, Diop

Incidencias: 5.660 espectadores en una plácida mañana otoñal en Ipurúa.