Uno de los grandes responsables de la situación actual del Real Murcia, Toni Hernández, quien llegó a Nueva Condomina de la mano de Víctor Gálvez y de la firma Hummel, protagonizó ayer el único incidente que se vivió a la salida del estadio, cuando el valenciano decidió encararse con un aficionado que le estaba reprochando de malas maneras la gestión que habían llevado a cabo él y los Gálvez al frente del club.

Según testigos presenciales, la cuestión no pasó a mayores porque se encontraba más gente en la rampa de salida del estadio que evitaron que los ánimos fueran un poco más allá de dos palabras malsonantes.

El problema es que el de ayer no es el primer episodio de este tipo que vive el señor de Hummel en las últimas fechas, ya que según otros testigos que también estuvieron en el otro incidente del valenciano, uno de las noches que los peñistas quedaron para vender pulseras benéficas a un euro hubo más que palabras en el centro de la ciudad entre un aficionado muy enfadado y un Toni Hernández que al final va a tener que marcharse por la puerta de atrás y con el cartel de persona ´non grata´ en Nueva Condomina, ya que todo el dinero de la campaña de abonados iba directamente a una cuenta de la que el valenciano es el apoderado.

Por mucho que Toni Hernández se enfade, es uno de los protagonistas de esta novela de terror en la que está inmerso el Real Murcia desde comienzos de año.