Isaac Aketxe es un hombre hecho a sí mismo. Un futbolista que se ha labrado su carrera en los campos más inhóspitos de la Segunda División B para convertirse en uno de los delanteros más determinantes de la categoría. Tanto es así que se ha ganado con creces una oportunidad en la división de plata, en la que a sus 29 años no ha debutado. Pero, en este punto de su carrera, la casa de Aketxe es el Cartagonova, un estadio donde se ha reencontrado con su mejor versión, la que desplegó hace varias temporadas en la Cultural Leonesa.

Salió de la cantera del Athletic de Bilbao, donde estaba llamado a consolidarse tarde o temprano. Pero con el conjunto rojiblanco solo disputó un partido de liga, allá por 2009, contra el Villarreal. Se fue a buscarse un futuro en otros clubes del País Vasco, como el Eibar o el Sestao River, donde tampoco terminó de despuntar. Pero en 2014 la Cultural Leonesa se fijó en él, y arrasó. 33 goles en dos temporadas le convirtieron en el '9' a fichar para garantizar una buena cantidad de tantos en una campaña.

Mientras su hermano, Ager Aketxe, centrocampista, gozaba de más oportunidades en el Athletic (aunque ahora se ha asentado en el Cádiz), Isaac llamaba la atención del Albacete, en un año en el que los manchegos cayeron accidentalmente al pozo de la categoría de bronce.

En el Carlos Belmonte de Albacete estaba llamado a dar un golpetazo encima de la mesa y hacerse un hueco tras el ascenso a Segunda. Pero las lesiones en su primer año le impidieron consolidarse en la ciudad manchega. Una cesión al Cartagena en verano de 2017 se iba a convertir en una de las mejores decisiones de su carrera. Tanto es así que, a su vuelta a Albacete en julio de este año, el vasco no tuvo ninguna duda en regresar a la ciudad portuaria al ver que Luis Miguel Ramis no contaba con él.

Figura ya como jugador en propiedad del FC Cartagena. En pretemporada arrancó con más fuerza que nunca, marcando goles por doquier, pero, en unos meses complicados a nivel colectivo, al bilbaíno le ha costado tomarle el pulso a la competición. Eso sí, una vez que ha arrancado ya marca los goles a pares. Algo parecido le sucedió la temporada pasada y acabó con 13 goles en liga, y otro más en el play-off.

En el primer mes, acusó algunos problemas físicos y se perdió un encuentro por un golpe en la cabeza. Rubén Cruz, que arrastraba sanción en las primeras tres jornadas, le ganó la partida de inicio, ya que Munúa tardó en juntar a los dos en el mismo once. El día que lo hizo, en el Uva Monastrell de Jumilla, Aketxe vio puerta por primera vez, y además por partida doble. Hizo una verdadera exhibición, con dos golazos para enmarcar, en la victoria 1-3 del Cartagena en tierras del Altiplano.

Desde entonces, Munúa ha alternado a sus dos artilleros en la punta del ataque. En Sevilla le tocó a Rubén Cruz resolver el partido. Pero contra el Atlético Sanluqueño la actuación de Isaac Aketxe fue para guardarla. No solo por los dos goles, porque el bilbaíno no es un simple cazador cuyo trabajo se limita a estar en el lugar adecuado en el momento adecuado.

El elegido de la afición

Aketxe es un nueve que no para de moverse durante los noventa minutos de juego, de trazar desmarques, de incordiar a la defensa y de pelear cada balón. Así es como se gana la admiración de una grada que, a falta de otros referentes, tiene a Aketxe como su 'ojito derecho'. En parte por el cansancio y en parte para reconocer su partidazo, Munúa le sustituyó en el tramo final para que el bilbaíno recibiera una sonora ovación de su estadio.

Si el bilbaíno sigue con este ritmo, no sería extraño que igualara sus números de las dos temporadas que pasó en la Cultural Leonesa. Ya ha marcado 18 goles en poco más de un año en la ciudad portuaria, y en sus botas recaen gran parte de las opciones del Cartagena de repetir la gran temporada 2017-18 con Alberto Monteagudo en el banquillo.

En un equipo en el que no hay ningún jugador de la casa, la afición del Cartagonova necesitaba una nuevo ídolo al que adorar. Y lo ha encontrado en un jugador que, en principio, no tendría que estar en el Cartagena esta temporada, pero el destino le trajo de vuelta al lugar donde se ha sentido más cómodo en los últimos años y donde mejor ha rendido.