El UCAM Murcia CB afronta esta noche en el Palacio de los Deportes (20.30 horas, Popular Televisión) el primero de los dos exámenes que tiene esta semana ante su público, aunque esta noche solo se trata de un parcial en la Champions League, donde hasta el momento su nota es de sobresaliente, con tres victorias en otras tantas jornadas que le permiten liderar el grupo A empatado con su rival de hoy, el Sidigas Avellino italiano. Después del 'batacazo' sufrido el pasado sábado ante el Baxi Manresa, los universitarios tienen que recuperar sus señas de identidad, basadas en la defensa y el control del rebote, para recuperar parte del crédito dilapidado por un equipo que sigue sin transmitir confianza a sus espectadores.

Las miradas de la afición están puestas en el entrenador, Javi Juárez, y dos jugadores, el base Askia Booker y el ala pívot Dajman Rudez, aunque es posible que el último de ellos vuelva a ser uno de los dos descartes que tiene que realizar semanalmente el preparador para cumplir con los cupos. Una derrota hoy no supondría un trauma, pero sí un borrón más en la hoja de servicios de un equipo irregular, que no encuentra continuidad ni en los resultados ni en el juego, un hecho que está empezando a encender las alarmas, sobre todo en Liga ACB, donde el UCAM ocupa el penúltimo puesto de la tabla tras firmar el peor arranque -1 victoria y 4 derrotas- de las últimas ocho campañas.

Enfrente tendrá a un Sidigas Avellino que también cuenta sus partidos en Champions por victorias, aunque con escasa profundidad de banquillo, ya que hasta cuatro jugadores, el base exNBA Norris Colle, el alero Demetris Nichols, el ala pívot Caleb Green y el pívot Matt Costello que superan los 30 minutos de media en pista, destacando sobre todos los dos primeros, que incluso están por encima de los 38. Su entrenador, Nenad Vucinic, basa la rotación en solo siete jugadores, por lo que la clave de la victoria está en hacer un partido duro y largo. Frenar a Norris Colle solo tres días después de que otro base, Alex Renfroe, asaltara el Palacio, será determinante para controlar el juego exterior de un equipo sin muchos centímetros en sus hombres altos, donde Costello, con 11 capturas por encuentro, es el mejor reboteador. «Para parar a Colle tenemos que hacer una defensa de equipo. Un jugador solo no lo va a parar porque tiene mucho talento y confianza. Hay que hacer que se sienta incómodo», apuntaba ayer Álex Urtasun sobre la estrella del rival.

El examen se vivirá solo tres días después del paso atrás dado ante el Manresa y antes de recibir el próximo sábado al Cafés Candelas Breogán, otra cita marcada en rojo en el calendario de un equipo que se centra ahora mismo en encontrar estabilidad. Se trata de una obligación para una plantilla que inició el curso con el reto de luchar por estar en la Copa del Rey y en los play off, dos objetivos de los que actualmente está muy lejos, pese a que lleve un partido menos disputado por el aplazamiento de la segunda jornada ante el Movistar Estudiantes que se disputará en enero. De paso, también necesita dar un golpe sobre la mesa para acabar con el runrún de la grada, que cada día crece más por las dudas generadas en la pista. En cualquier caso, el examen de hoy no es definitivo, pero sí determinante para reconstruir la confianza dañada.