¿El deporte es algo accidental en su vida?

Siempre me ha gustado hacer deporte, pero de manera tan intensiva como ahora, desde hace solo tres años. Empecé a salir en las rutas de patines que hay dos días a la semana por Murcia, y como me vi con capacidad e iba rápida, la gente me animó a competir. Me probé en Madrid solo diez meses después de iniciarme y gané la media maratón con patines de FreeSkate, algo que llamó la atención porque todo el mundo iba con los de velocidad.

¿Qué deportes practicaba antes?

Salía a andar y corría un poco, pero por temporadas. Hacía rutas de montaña y cosas así, pero nada más.

¿Y por qué le dio por el patinaje?

Empecé a ver por las redes sociales que mucha gente patinaba. Me animé a comprarme unos y me apunté a una ruta que sale desde el Malecón y pasa por los centros comerciales. La primera vez que la hice no sé ni cómo no me maté, pero al chico de la tienda de patines le llamé la atención por el fondo que tenía, porque había sido capaz de hacer todo el recorrido, algo complicado.

Pero también hace carreras populares y ciclismo.

Sí, salgo en bicicleta y hace poco me puse a correr y me inscribí en carreras populares, que no se me han dado mal. En ciclismo no he competido, lo utilizo para hacer fondo porque tengo problemas en la rodilla.

¿Tiene mucho tiempo libre?

Bueno, trabajo en Decathlon, pero también soy azafata de eventos y los sábados estoy de voluntaria en la iglesia de San Pablo, donde me quedo con los niños mientras los padres rezan. También estoy estudiando Derecho, aunque este año lo llevo un poco pausado, y me estoy preparando las oposiciones a Policía Portuaria y Guardia Civil. Y soy madre de una niña de 11 años.

Pues la verdad, no sé de dónde saca el tiempo.

Me organizo cada semana y me voy distribuyendo, pero si no eres constante, se va todo al traste.

¿Y lo primero que ganó fue la Media de Madrid?

Bueno, primero hice un campeonato en Las Torres de Cotillas y otro en Almería para populares, pero la Media de Madrid fue mi primera carrera absoluta. De repente subí al podio con unos patines con los que nadie lo había logrado, y al día siguiente me llamó una marca alemana, Oi, para que fuera su rider porque había roto moldes, ya que había ganado a gente con botas de velocidad.

Entonces ya tiene patrocinadores.

Sí, la tienda Booth Sport Murcia y Powerslide, que me van dando patines.

¿Son muy caros los patines que utilizan?

Sí, unos de velocidad cuestan unos mil euros y necesitas gente que te apoye. Tener cosas buenas ayuda.

¿Alcanzan velocidades muy altas?

En Logroño, en una carrera en junio, me caí, me levanté, seguí y gané. Llevaba la clavícula luxada en grado dos y una bursitis del golpe. El de atrás me tocó y para no darme con el bordillo, salté porque íbamos a 42 kilómetros por hora. Otra vez, cuando sufrí una fractura, iba a 36,9.

¿Hay muchas mujeres en la Región que patinan?

Sí, y de hecho hay compañeras fuertes. Ahora mismo somos tres chicas, María José Izquierdo, Rosa Garre y yo.

¿Está de moda el patinaje de velocidad?

Sí está de moda y a mucha gente le ha dado por patinar. Desde los clubes, como el Murcia FSK, del que yo soy la presidenta, estamos organizando campeonatos para los niños porque hay que fomentar desde abajo este deporte, ya que los adultos dentro de nada decimos adiós. Lo que echamos en falta es algo de apoyo de la Federación.

¿Pero a los padres no les da miedo apuntar a sus hijos al patinaje de velocidad?

Sí, aunque pese a ello, tenemos muchos niños que participan y, sobre todo, entre las edades de 10 a 13 años. Cada vez que hacemos campeonatos tenemos que hacer varias carreras para ellos porque no caben en una.

¿Y no es técnicamente un deporte muy complicado?

Sí, hay que tener bastante técnica y a mí aún me falta. Hay que ir muy agachado, estirar bastante la zancada. Y luego tienes que contar que en las carreras los circuitos son pequeños, la gente te mete codazos y te da patadas. Las caídas son muy duras.

¿Ha sufrido alguna caída especialmente dura?

Sí, en Elche. Me llevaron al hospital y me dijeron que era solo una contusión porque me hicieron la radiografía en la zona equivocada. A las dos semanas pasé por el médico de la Federación, como me habían indicado, pero me dijo lo mismo y que empezara a hacer bicicleta. Ese fin de semana me hice Murcia-Aledo, más de 100 kilómetros, pero me notaba rara y llamé a una doctora amiga, me hizo una radiografía y me mandó directamente al hospital nada más verla. Llegué al Reina Sofía y me dijeron que la vértebra estaba rajada, que estaba a punto de quedarme en una silla de ruedas y que lo normal es que no pudiera ni andar con eso. Al día siguiente me operaron.

También tendrá que llevar alimentación especial.

No puedo, y más cuando llevas tantas cosas para adelante como yo. Muchos días me acuesto tardísimo y no me preparo nada. Y mi hija, que es un amor, se adapta con lo que sea.

¿Madre soltera?

Sí, estuve un año con su padre, pero después lo dejamos, aunque él también se hace cargo de la niña.

¿Y competir en carreras populares...?

Fue este verano, porque me fui a La Coruña y allí no podía salir a patinar. Un poco antes, tomando en Los Dolores un helado con mi hermana, vi el cartel de la carrera. Me apunté, gané y repetí en Puente Tocinos -el pasado sábado también fue la triunfadora en Patiño en su tercera prueba-.