El calendario del Cartagena presenta esa habitual 'calma chicha', esa serenidad que precede a las grandes citas. En las próximas tres jornadas, el conjunto dirigido por Gustavo Munúa no se enfrentará a ninguno de los equipos más temibles del grupo IV, aunque ninguno de ellos será una adversario sencillo. El equipo albinegro, que esta temporada ha cumplido con los equipos de la zona media-baja y ha caído con los aspirantes al play-off, jugará en el próximo mes contra el Atlético Sanluqueño y el Badajoz en casa, y tiene una visita incómoda a Villanueva de la Serena, para enfrentarse a un equipo que está en zona de descenso. Todo ello antes del partido más esperado, el del 18 de noviembre, que medirá las fuerzas de Real Murcia y FC Cartagena en Nueva Condomina.

El conjunto cartagenerista, invicto a domicilio esta temporada, tiene ante sí el reto de ganar en solidez en su propio estadio, ante dos equipos que están llamados a pelear por eludir el descenso. El Atlético Sanluqueño, que visitará el Cartagonova este domingo, es sorprendentemente octavo en la tabla clasificatoria gracias a un sensacional e inesperado inicio de temporada para un recién ascendido a la categoría de bronce. El Badajoz, por su parte, está en la zona media-baja (16º), al igual que la temporada pasada, y atraviesa una sequía de cinco partidos sin conocer la victoria. Los pacenses visitarán la ciudad portuaria en el 11 de noviembre.

Entre medias, el Cartagena jugará en el campo del Villanovense, que dista mucho del equipo de las últimas temporadas que ha llegado a jugar la fase de ascenso. Eso sí, Villanueva de la Serena es una plaza que no se les da nada bien a los cartageneristas, que no ganan allí desde hace tres campañas.

El equipo albinegro ha pagado seriamente en los dos primeros meses de competición la dimensión de los conjuntos que han visitado el Cartagonova: Granada B, UCAM Murcia y UD Melilla. El Almería B fue el único rival teóricamente asequible, y el encuentro se saldó con una victoria cómoda de los locales.

Ahora llega un tramo de competición algo más relajado, aunque la presión sigue pesando sobre el equipo de Munúa, obligado a sumar para compensar el irregular inicio de temporada.

Este calendario se puede convertir en un arma de doble filo para el conjunto cartagenerista y para su cuerpo técnico. A pesar de que la Segunda B es una categoría tremendamente igualada, todo lo que no sea sumar dos o tres triunfos contra equipos con poco nombre tendrá sus consecuencias. En el lado positivo, es una oportunidad de oro para ajustar los fallos del inicio de la temporada, empezar a sumar de tres en tres en el Estadio Municipal Cartagonova y llegar al gran derbi con la moral alta y en una mejor posición clasificatoria.

Desde el otro lado del prisma, desde la Nueva Condomina, todos esperan que las aguas vuelvan a su cauce, en medio de una situación turbulenta en la que los jugadores mantienen al Real Murcia en play-off, sin haber perdido un solo partido en las 9 jornadas de competición, pero con su presidente Víctor Gálvez en el punto de mira por los impagos y la situación financiera del club.

El mes de diciembre no da tregua. Aunque está por ver cómo llegan los equipos al final de la primera vuelta, los rivales del Cartagena tras el derbi serán el Ibiza, el Ejido, el San Fernando, el Marbella y el Talavera.