Cerca de cuatro siglos y medio de bolos cartageneros darían para escribir mucho, pero en esta ocasión Diego Segovia, presidente de la Federación Regional de Bolos Cartageneros, y el periodista cartagenero Pedro Caparrós se han limitado a documentar los últimos cincuenta, desde que se puso en marcha el Campeonato Comarcal de Bolos Cartageneros, allá por el año 1969. Este deporte autóctono y tradicional de la zona -abarca desde Fuente Álamo hasta el Pilar de la Horadada-, se resiste a morir, a pesar de que los hábitos de vida no han ayudado a que se convierta en una actividad demandada por los más jóvenes.

La falta de estímulo en las nuevas generaciones, que apenas sienten algún vínculo con el mundo de los bolos cartageneros lo ha convertido en una especie en peligro de extinción.

Segovia y Caparrós ya habían escrito dos libros anteriormente: 'Los Bolos Cartageneros a través de la historia' y 'Los Bolos Cartageneros, la historia continúa', de los años 1992 y 1997 respectivamente. Ahora que se cumple medio siglo del inicio de una competición regulada han querido documentar todos los datos concernientes a ella: equipos participantes, categorías y competiciones, ganadores, etc. El libro se titula '50 años de Liga'.

Además, han reservado unas páginas en las que hablan de gente significativa en este deporte, que han marcado una época, como Juanito 'El Marmolista', perteneciente al Marmolerías Picó, el primer ganador de la Liga Comarcal en el 69. Pero hay unos cuantos más: Pepe 'El Carnicero', Paco 'El Noble', Diego Serrano, Ginés Marchena o Ciriaco. Todos ellos recordados como grandes jugadores en otros momentos de este medio siglo de la competición.

Para Segovia el mejor jugador de la historia, al menos que él tenga constancia, es Juan Antonio Carreño 'El Súper', de La Unión, aunque no quiere dejar en el olvido a Álvaro Zaplana, Juan Ignacio López o Ángel Carrasco, que han llegado más tarde pero que también han logrado ponerse en lo más alto de este juego.

Reconoce Diego que los bolos cartageneros no atraviesan un buen momento. La edad de los participantes aumenta año a año, porque no llegan jóvenes que cojan el relevo. Antonio 'El Pipa', por poner un ejemplo, con 80 años de edad, sigue en el equipo de Fuente Álamo al pie del cañón.

«Los jóvenes no quieren jugar» se lamenta Segovia. «Es en los ayuntamientos donde se debe insistir en promocionar y dar a conocer este deporte. Si los de abajo no llegan, el deporte desaparecerá», añade el presidente, que se ha dedicado en los últimos meses a impartir clases prácticas en colegios de Fuente Álamo o en la diputación de Molinos Marfagones.

Son cientos los equipos que han pasado por las diferentes competiciones. Actualmente el campeonato se extiende desde Fuente Álamo hasta el Pilar de la Horadada, pasando por La Unión, Torre Pacheco, San Javier, San Pedro del Pinatar y Cartagena. Cerca de 20 campos repartidos para dar cobijo a una competición que se resiste a languidecer.

El equipo Hierros Agüera ocupa un lugar de honor en este libro. Sus diez campeonatos en Primera División, además de las seis Supercopas y cuatro Copas han convertido al conjunto en el más laureado. Un escalón por debajo está Confecciones López Méndez, ya desaparecido. Marmolerías Picó, del que tampoco se olvidan, ocupa otro sitio en el escalafón para el recuerdo, al convertirse en el primer equipo que ganó el Campeonato de bolos cartageneros hace 50 años, a mediados del siglo pasado.