El portero del FC Cartagena Mario Fernández acabó el partido en el vestuario tras el durísimo encontronazo que tuvo con un jugador del Melilla y que supuso el penalti transformado por Menudo.

El jugador visitó ayer a los servicios médicos de la entidad para ver si además de parte de la dentadura dañada -tiene algunos dientes rotos-, tenía algo de consideración en la rodilla. Ahí también se llevó un fuerte golpe. En principio todo ha quedado en el problema dental y en el susto que se llevó el jugador, que tuvo que ser retirado en camilla en la segunda parte. El meta tratará de recuperarse lo antes posible para poder jugar el domingo.