Uno de los partidos ´trampa´ de este arranque liguero fue saldado de forma autoritaria por el UCAM Murcia. Pero igual de ´tramposas´ pueden ser las valoraciones y lecturas que se extraigan de un choque en el que los universitarios dominaron con claridad durante setenta y cinco minutos y en el que se relajaron, no en exceso, en los instantes finales.

El colista del Grupo IV, un Atlético Malagueño que tras ocho jornadas de Liga no sabe lo que es puntuar, demostró todas sus malas condiciones en Murcia, ya que ni la habitual calidad que se le presupone a chavales de veinte años dispuestos a agradar, aunque sea de forma individual, se dejó ver en la tarde de ayer por La Condomina.

Decepcionó el filial de una de las grandes canteras de España, que ni en individualidades consiguió intimidar a un UCAM que se relajó ante tantas facilidades otorgadas. De ahí que toda lectura del partido pueda conducir a conclusiones erróneas. Eso sí, lo que cada vez plantea menos dudas es el libro de juego de Munitis, que más allá de la mayor o menor calidad de su plantel, está consiguiendo que sus jugadores crean en su idea de entender el fútbol. Una comunión que, a la postre, termina por ser lo más importante a la hora de luchar por un objetivo.

Es por ello que el UCAM, segundo clasificado a estas alturas de la película, no quiera lanzar campanas al vuelo. Pero seis victorias en las ocho primeras jornadas evidencian un arranque autoritario. Por ello, aunque el mérito pueda no parecer el mismo, superar al Atlético Malagueño en La Condomina, donde los universitarios no venían agradando precisamente a su afición, se había convertido en una cuestión de orgullo para Munitis y los suyos.

No dejaba dudas el planteamiento inicial, con los cambios justos, en los que las novedades fueron el meta Germán y el lateral Adán Gurdiel y la presencia casi obligada del canterano Luis Castillo, quien estuvo impecable en la medular, en ausencia de Britos por sanción. Pero el planteamiento de Munitis se vio trastocado, una vez más, por las lesiones. Sin una explicación que pueda sonar razonablemente convincente, dos nuevas lesiones musculares atacaron a la plantilla del UCAM una jornada más. A los tres minutos, Kilian Grant se rompía y forzaba la entrada de Isi Ros, y en la segunda mitad, el citado Luis Castillo se vio obligado a retirarse por una sobrecarga en el isquiotibial.

Pero, casualidades del destino, o no, la irrupción de Isi Ros por la lesión de su compañero se convirtió en la mejor noticia para el UCAM. Poco a poco, el extremo de Las Torres de Cotillas va ganando regularidad en sus actuaciones, y todo ello gracias a los galones que ha ido adquiriendo desde la pretemporada en una plantilla prácticamente nueva.

Agitó Isi Ros el partido partiendo desde la derecha; obtuvo un gol que más bien fue un premio a la perseverancia; y firmó una jugada magnífica junto a Onwu que desencadenó el segundo tanto. Ya avisó con su gol frente al Recreativo de lo que es capaz de hacer esta temporada, y en un momento complicado por la reciente trayectoria del club, se ha destapado como líder.

Quizá el propio UCAM termine por destaparse como líder a final de temporada. Buena proyección posee, y ayer la mostró en el primer tiempo frente a un Atlético Malagueño ordenado y con las líneas juntas hasta la llegada del primer gol. Sin embargo, las diferencias entre ambos equipos terminaron por evidenciarse de forma casi grotesca, ya que cada vez que los universitarios metían una marcha en su juego, el guardameta visitante Kellyan temblaba.

Las combinaciones de mayor peligro en el partido llevaron siempre la firma y sello del UCAM. Resultaba complicado destacar a un jugador por encima de otro, ya que el equipo mostró su implicación por atar la victoria sin preámbulos. Por ello, quizás resultó más conveniente pensar en quién andaba un nivel por debajo del resto. Julen Colinas, de lo mejor de la parcela ofensiva del UCAM, disputó todo el partido frente al filial malaguista, evidenciando que su mejor tono físico aún está por llegar.

Por ello, mientras llega la versión más destacada de Colinas, el resto del equipo tiró con solvencia para atar tres puntos que eran casi obligatorios sumar y agradar con un triunfo al respetable de La Condomina.

Manu Onwu, muy participativo y presente por todas las zonas ofensivas del campo, tuvo la primera ocasión del partido. Inició una jugada hacia la banda izquierda que entre Collantes y Migue García enarbolaron con calidad. El centro de éste último lo conectó de cabeza Onwu, que mandó el cuero por encima del travesaño.

Solo incomodó el Malagueño en una ocasión en todo el primer tiempo. El delantero Joel veía como el asistente del encuentro le invalidaba un tanto por fuera de juego tras rematar una falta lateral botada por Deco, de lo más plausible del filial malacitano.

Pero más allá de eso, el UCAM no se arrugó lo más mínimo, y a tumba abierta, fue a por el partido. En dos jugadas prácticamente calcadas, aunque con distintos protagonistas, Collantes y Luis Castillo no aprovecharon dos buenos pases desde la derecha para marcar. Sin embargo, de la forma más rocambolesca que se podía imaginar, Isi Ros tiró la puerta abajo con un gol, el primero de la tarde, que supuso el inicio del fin para el Atlético Malagueño.

Con el balón en los pies del meta visitante Kellyan, apareció el perseverante Isi Ros en el 28´ para quitarle el balón de los pies tras su presión y marcar a puerta vacía.

Con los visitantes recuperándose del golpe, el UCAM tardó únicamente nueve minutos más en hacer el segundo, un tanto en el que Isi Ros y Manu Onwu se bastaron para doblegar de forma magistral a la zaga malagueña. Tras un saque de esquina favorable a los visitantes, Isi Ros arrancó desde su propia área con el balón controlado. Apoyándose una vez en Onwu, que desde el centro del campo partió para sortear a un par de rivales y devolver la pelota en profundidad, Isi Ros salvó la jugada casi en línea de fondo y ante la presión del meta Kellyan. Se giró en el lado derecho del área grande, y encontrando de nuevo a un Onwu que continuó la jugada, sirvió para que el ´9´ culminase de primeras uno de los goles de la jornada.

El Malagueño quedó noqueado, un KO técnico que duró todo lo que el UCAM quiso. Tras el descanso, en el minuto 52, Collantes arrancó por la izquierda con bravura para llegar hasta el área rival y poner el balón hacia el segundo palo. No dio tiempo a que llegase nadie, ya que el central malaguista Juande tocó la pelota y la introdujo en su propia portería, ante un Kellyan que desvió la trayectoria sin éxito.

El partido, más que controlado por el UCAM, solo se alteró en el último cuarto de hora. Alguna tangana que otra pareció dar alas a los visitantes, que gracias al balón parado maquillaron y alteraron en cierta medida a los universitarios.

Joel remachó a la red un buen centro de Deco, y Germán Parreño, meta del UCAM, se vio obligado a intervenir en un par de ocasiones más con seguridad. Pero, sin tiempo para más, los tres puntos se quedaron en casa y La Condomina por fin disfrutó de forma plena de la buena trayectoria de su equipo.