Tras un inicio de Liga con resultados que no se esperaban, el Mar Menor de Palomeque parece que ha decidido enderezar su rumbo de manera definitiva, ya que con la victoria de ayer ante el Muleño, los marmeronenses acumulan dos victorias y un empate en las tres últimas jornadas que le han valido al equipo para coger moral y aumentar el casillero de puntos hasta los 14, lo que permite pensar en objetivos más ambiciosos que al comienzo del torneo.

En cualquier caso, el Mar Menor fue el justo vencedor del duelo de ayer, pero los locales necesitaron que les dieran un susto para reaccionar y así ocurrió. Salieron quizás un poco más relajados de la cuenta y a los 32 minutos, un derribo sobre Alcaraz fue decretado como penalti. Se adelantaba el Muleño y llevaba las dudas a la grada.

Pero todo fue un espejismo porque el tanto espoléo a un Mar Menor que, desde ese instante, apenas concedió nada a su oponente, ya que comenzó aquí a planificar la remontada.

Un gran remate de cabeza de Momprevil en el saque de un córner en el minuto 36 sí que suponía la igualada de manera automática en el marcador del Pitín de San Javier, localidad donde llovió mucho media hora antes del choque y el colegiado estuvo examinando el terreno de juego por si era necesario suspenderlo, algo que no hizo falta. Y ya antes del descanso, en el 43, Cristóbal Gil firmaba la remontada gracias a un mal despeje del cancerbero visitante.

La segunda parte fue casi un monólogo del Mar Menor, pero el Muleño tuvo sus opciones y de hecho se permitió el lujo de fallar un penalti a tres minutos del final que podría haber puesto muy nerviosos a los locales.