2018 no era un año más en la cabeza de Alejandro Valverde. La gravísima lesión que sufría en el Tour de 2017, que le obligaba a pasar por el quirófano, se convertía en una prueba de fuego. El inicio de temporada serviría para comprobar si las piernas del ciclista de 38 años seguían siendo las mismas. Acabado el curso, la operación y la recuperación son ya historia, un pequeño bache en medio del éxito. Y es que el de Las Lumbreras ha seguido engordando su palmarés a lo largo de toda la campaña. Se recordará 2018 como el año en el que el corredor del Movistar conquistó, por fin, el oro en el Mundial de ciclismo, pero esa solo es la guinda a un pastel que continúa incorporando pisos. Ayer, en Lombardia, Valverde se permitió darse otra alegría. No ganó la clásica italiana, pero sí echó el cierre a la temporada como número uno del mundo. Su undécimo puesto en la prueba ganada por el francés Thibaut Pinot (Groupama) le permitió asegurarse el liderato en la clasificación del UCI World, ránking que mide todas las carreras del calendario profesional.

En Lombardia se aseguró el título de número 1 del mundo y estrenó el jersey arcoíris. Durante los 241 kilómetros de recorrido, el murciano, que esta semana subía al tercer peldaño del podio en la Milán-Turín, no logró ser protagonista ayer y perdió contacto con la cabeza de la carrera en el Civiglio, cuando faltaban unos 15 kilómetros para el final. El triunfo final fue para el francés Thibaut Pinot. El galo llegó en solitario a la línea de meta, con 32 segundos de ventaja sobre el italiano Vincenzo Nibali (Bahrain) y 43 sobre el belga Dylan Teuns (BMC), que completó el podio.

El corredor de Melisey, que fue tercero en Il Lombardía en 2015, realizó el ataque decisivo en la subida al Civiglio, en la que acabó con las opciones de triunfo de Nibali, que encaraba la Clásica de las Hojas Muertas como vigente campeón.

A la conclusión de la carrera, Valverde decía que «he notado un poquito el cansancio. Realmente no me he encontrado mal. He estado cerca de los mejores, sufriendo y peleando en esas últimas subidas, pero había que ser conscientes de que los rivales también están fuertes y llegaban seguramente mejor que yo. ¿Desilusionado por no ganar? ¿Con la temporada que llevo? ¡Qué va! Solo puedo estar satisfecho con mi temporada 2018 y con este jersey arcoíris que llevo».