ElPozo perdió su condición de invicto en liga tras caer, sin merecerlo, ante el Inter en el Palacio por 3-5. Sobre este partido puede haber dos lecturas: la de aquellos que, como hacía Julio Iglesias, entonen la canción de 'La vida sigue igual', y la de aquellos que hayan visto un cambio en el equipo y piensen que esto sólo ha sido un tropiezo. Lo cierto es que ambos tendrían razón. ElPozo, tirando de una ya manida frase popular, jugó como nunca pero perdió como casi siempre. Los de Giustozzi fueron todo entrega y corazón, se desfondaron sobre la pista azul del Palacio provocando numerosos errores en su rival y lo encerraron en su campo durante muchos minutos. Tuvieron infinidad de ocasiones y no obtuvieron el premio del gol. Y, nuevamente, perdieron ante el Inter. Apostaron con más fuerza que su rival por la victoria y se llevaron cinco goles en contra y la derrota. Una que duele especialmente porque todo estaba a favor de la escuadra murciana: llevaba cuatro victorias consecutivas, habían caído el Barça y el Palma, el Inter llegaba con menos descanso pues entre semana había jugado competición europea y, además, tenía las bajas de cuatro pilares fundamentales como son Gadeia, Pola, Rafael y Elisandro. Casi nada. Aún así, a pesar de los condicionantes que inclinaban la balanza a su favor y tras ser superior a su rival, ayer contamos una derrota.

Para los aficionados a las estadísticas, esas que si bien no siempre reflejan la realidad sí pueden hacer una aproximación fría a lo que puede acontecer en un encuentro, les vuelco los datos: ElPozo tuvo mayor posesión, hizo más del doble de tiros a puerta que el Inter, casi tres veces más lanzamientos entre palos que su rival y una quinta parte de las paradas que el conjunto madrileño. Lo superó en todo y, además, esto se reflejó sobre la pista. Se pudo ver desde el pitido inicial cuando, una vez comenzó a rodar el balón, se fue a presionar a su rival y ya se quedó a vivir en su campo.

El Inter se vio superado por el arranque de la escuadra murciana y creyó que, con el transcurrir de los minutos, la condición física de los pupilos de Giustozzi haría mella y estos bajarían sus prestaciones. No sería así. Pero el conjunto madrileño tiene clase de sobra en su plantilla y poco o nada le hace falta para hacer daño al contrario. Como ejemplo, decir que le bastó su primera aproximación a puerta para hacer gol, obra de Humberto.

ElPozo no cedió en su empuje a pesar del golpe recibido y apretó hasta conseguir el empate gracias a Xuxa y tras coleccionar multitud de ocasiones. El partido era cosa de los locales y el Palacio, casi lleno, ayudaba. El empate dio alas a los de la capital del Segura, que siguieron martilleando la pared edificada por Jesús Velasco frente a su portería y lograron derribarla gracias a un tanto de Fernando, apodado esta semana como 'el torito' por su compañero Álex en el encuentro digital que tuvo lugar en LA OPINIÓN.

El tanto, que hacía justicia, llevó una alegría a las gradas que fue efímera pues, segundos después, empataba Solano para el Inter en la única gran jugada que tuvo el cuadro madrileño en el primer tiempo. La igualada suponía empezar nuevamente de cero y, quedando menos de tres minutos para el final del primer tiempo, parecía que el marcador quedaría así para dejar todo por resolver en los últimos veinte minutos. Sin embargo, restando dos segundos para la conclusión, Ricardinho cogió un rebote y destrozó la red local y la moral de los locales.

El segundo acto comenzaría con una clara ocasión del Inter, otras más cristalinas de ElPozo -incluyendo dos lanzamientos al palo- y el golazo de Daniel tras enganchar el balón en un córner sacado por el ex de ElPozo Bebe y que puso el 2-4 en el luminoso.

Si la insistencia por marcar de ElPozo ya era más que evidente durante lo disputado con anterioridad, fue aún mayor en lo que restó. Dos goles de desventaja era demasiado castigo para lo propuesto por cada equipo. El encuentro, como siempre sucede, se fue calentando. Polémicas y amonestaciones fueron sucediéndose. Y ahí, en esa caldera, apareció la figura de Álex para echarse el equipo a la espalda y levantar a los aficionados del su asiento. A uno no lo llaman el diablo por jugar cuando la temperatura es helada ni por tener la sangre fría. El de Cieza fue el que más lo intentó, pidió el balón siempre y finalmente logró el premio del gol cuando restaban cinco minutos para la conclusión.

Llegó el momento de los valientes y Giustozzi puso a Miguelín de portero jugador. ElPozo, con toda la artillería sobre el parqué, gozó de ocasiones más que suficientes para lograr el ansiado empate, aunque lo justo hubiera sido la victoria, pero no consiguió ninguno de los dos resultados. Es más, ya en los últimos segundos Daniel robaría el esférico al capitán de ElPozo y haría el definitivo 3-5 cuando el encuentro ya terminaba. Fue el golpe definitivo a una escuadra murciana que murió de pie, luchando y jugándoselo todo a una victoria que mereció conseguir y que acabó con una derrota que duele por lo planteado y mostrado como equipo. Les queda el consuelo de dormir como líderes.