Victoria por todo lo alto e importante del Jimbee Cartagena en el estreno de la liga en su definitiva casa del Palacio de los Deportes, que también inauguró el nuevo parqué que había retrasado la mudanza desde el Pabellón Central (pincha aquí para ver las imágenes del encuentro).

Tres puntos que sumaron los pupilos de Juan Carlos Guillamón después de dos derrotas consecutivas en un partido donde fueron a remolque en la primera mitad frente a un Magna Osasuna que también llegaba a Cartagena con la necesidad de puntuar. El Jimbee se disparó en la segunda mitad, donde no dio margen de respiro al rival, arrollando a su oponente con un marcador 9-6 ante solo unos 1.600 espectadores que vibraron de un partido con tensión, goles y buen juego.

Los locales arrancaron el choque manteniendo la posesión del esférico y controlando los tiempos en las jugadas. A los 30 segundos Batería puso a prueba al guardameta Edu con un tiro lejano que despejó el cancerbero. Pero en el momento que llegó un desaire de descontrol, precedido posiblemente de una falta que no pitaron los colegiados, Araça puso el 0-1 en la primera contra. Con el marcador adverso, el biorritmo siguió en la misma línea, con los locales manteniendo la posesión y el Magna defendiendo muy bien al borde de su área. A los cinco minutos de juego Fran Fernández contó con una ocasión clara para empatar, pero en el mano a mano lanzó el balón fuera. De todas formas, al Jimbee le faltaba intensidad y verticalidad en ataque. Mientras tanto, los de Pamplona comenzaban a combinar, saliendo de la cueva y consiguiendo así el segundo tanto, que dejaba a los rojiblancos algo descorazonados. Sin embargo, el tanto de Juanpi en el minuto 7, uno después del 0-2, provocó que el partido siguiera vivo y la intensidad fuera subiendo en la pista.

El crono llegaba al ecuador de la primera parte con el Jimbee intentándolo con tiros lejanos hasta que llegó un saque de esquina bien ejecutado por los locales donde Eka consiguió la primera igualada (2-2). En plena euforia local, llegó otro golpe de los visitantes, que volvían a adelantarse en el marcador con el tanto de Rafa Usín. Con el 2-3, el equipo de Pamplona se estiró un poco más, presionando en las salidas de los locales, que conseguían que el Jimbee no disfrutara de la posesión como al comienzo del choque. A los 13 minutos Juan Carlos Guillamón pidió su tiempo muerto ya que el Magna cada vez estaba más cómodo y comenzaba a asfixiar poco a poco al cuadro cartagenero. Ante esta situación, los locales trataron de dar más velocidad al balón y a estirar la pista. En contra estaba que los minutos pasaban pero no llegaban las ocasiones de gol. Sin embargo, a los 15 minutos Fran Fernández pudo empatar desde la línea de fondo, pero sin suerte al salir el balón fuera por muy poco. Un minuto después el propio jugador de Abanilla estrelló un balón en el palo del marco navarro. En los últimos cinco minutos la escuadra cartagenera comenzó a achuchar al rival, por lo que el técnico del Magna, Imanol Arregui, pidió tiempo muerto. En el último minuto de la primera mitad Raúl Jerez, quien estuvo a un nivel muy alto durante todo el choque, despejó un doble penalti lanzado por Chino. A la contra, Jesús Izquierdo pudo empatar, pero su remate lo despejó Edu in extremis. Pero Eka sí aprovechó el doble penalti que tuvo a 20 segundos del descanso para igualar la contienda y marcharse a los vestuarios con un aire distinto al vivido (3-3).

El Jimbee comenzó la segunda parte arrollando y sin despejar despertar al Magna con dos tantos en pocos segundos. Rahali y Eka pusieron tierra de por medio con dos tantos que cambiaron el guión del encuentro. Ahora el que trabajaba en defensa era el equipo local, y el visitante llevaba la posesión del balón. Precisamente también era el Jimbee el equipo al que le gustaba que el partido tuviera fases descontroladas. En una de ellas, Fran Fernández hizo el sexto (min. 25) dejando a los verdes sin capacidad de reacción.

La parte lamentable del choque llegó a los 27 minutos, cuando se produjo una jugada que tuvo como protagonistas al local Ique y el visitante Martil. La pareja arbitral resolvió el incidente con la expulsión con roja directa del brasileño del Jimbee y amarillas al propio Martil y al cancerbero Edu. Esta acción, con el consiguiente parón del juego, rompió el ritmo de los locales, una situación que aprovechó Rafa Usín para recortar distancias (6-4). El ambiente en pista se calentó por momentos, y aunque las jugadas no llegaban con claridad a las porterías, la tensión era máxima entre los jugadores. En cualquier roce saltaban chispas. De todas formas, el Magna siguió controlando el juego, mientras que los rojiblancos necesitaban recuperar la confianza y verticalidad en ataque. Este golpe de efecto llegó a los 32 minutos, cuando Chino marcó en propia meta el séptimo para los de Guillamón tras un saque de banda de Raúl Canto.

Con el 7-5 los rojiblancos se echaron atrás, cuidando así la defensa, aunque los despistes le pudieron costar caro. A los 34 minutos fue la zaga cartagenera la que le regaló un balón a Araça, quien estrelló el disparo en el poste. Tras esta jugada, Imanol Arregui comenzó a jugar de cinco, echando el resto para tratar de conseguir la igualada. Pero Fran Fernández, en una jugada con pasiva defensa visitante, marcó el 8-5 que acercó aún más la segunda victoria liguera para el Jimbee. A partir de este instante, con seis minutos por jugar y el marcador muy definido, el conjunto local se limitó a mantener al rival en la zona media de la cancha y a esperar que fueran cayendo los minutos hasta la conclusión. El sexto tanto, obra de Martil, no tuvo trascendencia en el encuentro llegar último segundo.