Tanto el Nueva Vanguardia como el Muleño necesitaban la victoria en la sexta jornada, pero el arreón inicial de los locales y el empuje final de los visitantes dejó el encuentro en un reparto de puntos entre ambos contrincantes en un choque de poder a poder.

Cuando el partido se encaminaba al descanso con empate sin goles, una acción de Bili adelantó a los jugadores locales en un tanto psicológico. Tras la reanudación, el Muleño comenzó a cuajar una actuación defensiva muy destacada y dejó a los locales prácticamente sin ocasiones de gol. El querer y el insistir de los muleños se vio recompensado curiosamente cuando más le duele al rival, en el minuto 90, cuando Pablo anotó un tanto para los visitantes que rescataba un punto.