La quinta jornada en División de Honor brindó la primera alegría del curso para el Real Murcia que dirige Raúl Guillén, ya que consiguió sumar sus primeros tres puntos de la temporada y quitarse de encima una pesada losa tras haber contado por derrotas sus cuatro primeros duelos del curso. Sin embargo, la victoria murcianista llegó a costa de otro equipo de la Región, el Ranero, en el derbi de la capital murciana (2-0).

Los de Raúl Guillén se mostraron desde los primeros minutos del encuentro predispuestos a revertir la mala racha. El primer tiempo fue de color grana, ya que los locales se mostraron superiores a los raneristas. Fue a la media hora del partido cuando los pimentoneros rompieron la igualada inicial por medio de Juanlu Tolrá, que con un libre directo que se alojó en la escuadra, ponía a su equipo por delante.

Tras el descanso, el Murcia siguió manteniéndose serio en el duelo. Rozando la hora de juego, en el minuto 58, Javi Cobos marcaba su segundo gol de la temporada aprovechando, de nuevo el balón parado. Envió al fondo de las mallas el esférico para firmar el definitivo 2-0 ante un Ranero que no ofreció su mejor versión defensiva. El murcianista Nasta, además, pudo aumentar aún más la renta, pero su disparo se estampó contra el palo. Por tanto, los de Raúl Guillén no consiguen aún salir de los puestos de descenso, pero se desquitan de la presión con una victoria ante un siempre correoso Ranero que volverá a buscar la victoria la próxima semana.

Por otro lado, el Lorca CFB cosechó su segunda derrota de la temporada, además por el mismo resultado (0-3), pero en este caso en el Mundial-82 ante el Atlético Madrileño, el vigente campeón. Los de Paco Lorca volvieron a sufrir un duro traspiés, pese a que la primera parte del encuentro estuvo competida e igualada. La afición, una vez más, volvió a acompañar a los lorquinistas, ya que más de seiscientas personas se dieron cita en las gradas del estadio.

En todo caso, los visitantes pusieron más empeño atacante, pero se estrellaban con la bien colocada zaga local. Apenas hubo ocasiones hasta que se llegó al tramo final del primer acto. Un despiste defensivo permitió a Soto batir a Marc, adelantando a su equipo a los treinta y cuatro minutos. Ese tanto sería clave para el transcurso del choque.

Por ocasiones,el resultado al descanso debió ser un empate sin goles, ya que los lorquinos estuvieron muy flojos en ataque. En la segunda parte solo existió un equipo y fue el visitante. Los lorquinos arriesgaron y les pasó factura, ya que el Atlético Madrileño no desaprovechó los espacios. En el 55, llegó el segundo gol obra de Vicente. Tenas sentenció para los colchoneros en el 65 un choque para olvidar.