El pesimismo pasó a la esperanza, siguió el júbilo y la mañana terminó en una auténtica locura en Cehegín, que veía como su piloto más internacional se convertía en campeona del mundo de Supersport 300. Ana Carrasco había hecho historia.

Aunque las noticias que llegaban de Magny Cours no eran nada alentadoras, una salida desde la novena parrilla, tras quedar vigésimo quinta en los entrenamientos, los aficionados a las dos ruedas del motor de la población del Noroeste murciano no bajaron la guardia para apoyar a la 'Bala Rosa' en la carrera de su vida. Más de doscientas motos se concentraban a primera hora de la mañana, convocados por el moto club GP Cehegín, en la plaza del Alpargatero para iniciar una ruta bajo el lema 'Todos con Ana Carrasco', tras recorrer diferentes pedanías de Cehegín, Calasparra, Caravaca y Moratalla, llegaban hasta la sala Cámelot.

Algunas motos llegaron a meterse dentro, ya que pensaban que el milagro aún era posible y las motos rugirían dentro del auditorio ceheginero al final de la jornada. El ayuntamiento montó una pantalla gigante, y además había cerveza gratis para todos los asistentes.

La carrera comenzó con algo de pesimismo por parte de los asistentes, al rival más directo de Carrasco, Scott Deroue, le estaban saliendo las cuentas e iba primero en la clasificación y el mundo lo tenía en la palma de su mano. Llegó la esperanza cuando en las primeras vueltas el neerlandés sufrió una avería en su moto que le obligaba abandonar la carrera. Entonces llevaba la esperanza hasta la sala Cámelot, aquellos que han seguido a la carrera de Cehegín desde que era una niña, veían un halo de optimismo a que Carrasco subiera a lo más alto del podio en el mundial.

Con Deroue fuera de juego, el reto era que el español Mika Pérez no consiguiera ganar la carrera. El final fue de infarto, muchos de los seguidores no querían mirar la pantalla y en los últimos metros de carrera, cuando Pérez perdió el liderazgo, la sala de Cehegín se convertía en una auténtica locura, las motos que había preparadas a los pies de la pantalla gigante comenzaron a rugir anunciando que la piloto del Noroeste murciano ya era campeona del Mundo.

Una fiesta que se prolongó hasta bien entrada la tarde por todas las calles del municipio, que ya prepara para recibir como se merece a la nueva campeona del Mundo de supersport 300.